De marcar tendencias a seguirlas, pero sin mucho éxito o estilo. Así podría describirse la transformación de Apple en los años que han transcurrido desde la muerte de su fundador, Steve Jobs, y el traspasado de mando a su actual CEO, Tim Cook.
Desde ese entonces, y pese las impresionante trayectoria innovadora de Apple bajo la dirección de Jobs, se advirtió que las cosas serían muy diferentes, y vaya si los pronósticos no se equivocaron.
Cook, como toda persona, tiene su fortalezas y debilidades. En logística, por ejemplo, es excelente, y es parte de la razón por la cual el valor de mercado de Apple ha aumentado en alrededor de 1,500 por ciento bajo su gestión. Por otro lado, en lo que es innovación e identificar tendencias a tiempo y -sobre todo- aprovecharlas, ha demostrado ser bastante flojo.
Es así como Apple lleva desde alrededor de iPhone X sin sacar al mercado un smartphone que valga la pena, presentando año tras año un conjunto de “mejoras” y “novedades” incrementales que son la norma en los equipos de la competencia.
Se han dado algunas ocasiones en las que parecería que Apple y Cook tienen algún as bajo la manga, pero en la práctica no pasa de ser una ilusión, como pasó con las hoy infames gafas de realidad aumentada Vision Pro, las cuales no han tenido el nivel de aceptación o el éxito esperados.
Incluso a nivel de software se observa cierta resignación en lo que ofrece Apple: iOS 18 es una de las peores implementaciones en existencia dentro del ecosistema Apple, y ni hablar del papelón con una Apple Intelligence que no termina de arrancar y que ha llevado a especular sobre la pertinencia de que Cook se haga a un lado.
El impresionante crecimiento de valor experimentado por Apple bajo el mando de Cook se ha estancado en este año, y muestra de eso es que las acciones hoy valen 16 por ciento menos que hace un año, fenómeno explicado en gran parte por la flojera con que la compañía ha enfrentado el desafío de la inteligencia artificial.
Tan mal están las cosas en ese frente para Apple que no solo hay demandas colectivas por incumplimiento, sino que, en este punto, analistas de mercado aducen que la única salvación de Apple sería la compra de una startup de IA ya establecida como lo es Perplexity. Según reportes, esta posibilidad ya ha sido discutida a lo interno de Apple.
Los accionistas, que han estado mayormente conformes con el desempeño de Cook, dan muestras de inquietud ante la avalancha IA y los esfuerzos inexistentes de Apple en ese sentido, y es así como se está contemplando dar un último chance para ver cómo vienen los números en la próxima presentación de ganancias, pautada para el 31 de julio.
Se tiene la esperanza de que los renglones de servicios y publicidad harán un balance a favor de la gestión actual, pero queda en el aire la sensación de que Apple ha perdido el rumbo.
Mientras la competencia refuerza continuamente sus propuestas de inteligencia artificial, Cook pone su mirada en AirPods equipados con cámaras infrarrojas y en versiones económicas de iPhone, ambos productos pautados para 2026, según reportes.
¿Veremos algo realmente llamativo o innovador de parte de Apple en el corto o mediano plazo? Hay esperanza de que finalmente salga un plegable de Apple al mercado, y hasta eso estaría tarde. Ya veremos qué ocurre.







