A finales de 2015 las hoverboards -que nada tienen que ver con patinetas voladoras- causaron furor a más de un nivel: de ser uno de los regalos más codiciados en la Navidad pasaron a ser un peligro público gracias a una excesiva demanda a la que no daba abasto la oferta.
¿Qué fue lo que pasó? Básicamente hubo una invasión de hoverboards, mayormente desde China, que eran imitaciones de productos legítimos pero sin cumplir con los requerimientos necesarios para garantizar un mínimo de seguridad al usuario. No se trataba únicamente de mala construcción, sino de baterías que tendían a sobrecalentarse y explotar, siendo esta la razón por la que aerolíneas prohibieron estos aparatos dentro de los aviones.
Las hoverboards a las que se hace referencia en este artículo son una combinación entre patineta tradicional y Segway, un vehículo de transporte personal de dos ruedas que se autobalancea. La principal diferencia entre estos dos aparatos es que las hoverboards no tienen manillar, por tanto no hay de donde sujetarse, razón por la que se reportan tantos estrellones. El manejo es efectivamente como el de una patineta, solo que estas son algo más sofisticadas.
Casi todas las patinetas que se venden bajo el nombre de hoverboard tienen dos ruedas, diseño que no aporta la gran estabilidad. ¿Cómo mejorarlo? Extrañamente la respuesta es con una sola rueda, ubicada en el medio, como proponen Future Motion con OneWheel y Hoverboard Technologies con su Hoverboard diseñada por el fundador, Robert Bigler. En ambos casos se presentó el producto en campañas de crowdfunding que fueron exitosas, lo que da la idea de que la gente, sobre todo el público joven, disfruta estas cosas.
Tanto OneWheel -que se promociona como una patineta eléctrica- como la Hoverboard de Bigler fueron presentadas en CES 2016, donde generaron tanto entusiasmo que hasta los federales intervinieron el pabellón de Changzhou First International Trade Co., que estaban imitando el concepto, específicamente el de OneWheel, pero con una calidad sumamente inferior.Como habrán de imaginar, las falsas patinetas fueron confiscadas y la caseta clausurada.
¿Qué hace tan especial a estas hoverboards de una sola rueda? El primer lugar, el diseño resulta más cómodo para usuarios. En segundo lugar, los giroscopios son una pieza clave para mantener la estabilidad y dirigir la navegación según la dirección en que apunte el cuerpo. El grosor de la rueda, de considerable consistencia, es otro punto a tomar en cuenta. Al final todo es una cuestión de física.
Tanto OneWheel como Hoverboard tienen un peso de 25 libras y ofrecen la posibilidad de recarga rápida de la batería con un accesorio diseñado para los fines. Ambas ofrecen un tope de volocidad similar (24 kilómetros por hora para OneWheel y 25 para Hoverboard), pero el rendimiento del modelo de Bigler es mejor: 19 kilómetros contra 9-10 kilómetros de OneWheel.
La hoverboard de Bigler está disponible en 3 versiones: Lite, Semi y Full. La última integra música, sonar, LEDs y carga rápida. El precio oscila entre 2,995 y 3,995 dólares. Por su parte, OneWheel vale 1,499 dólares. Ambas funcionan con su propia aplicación móvil.