Se veía venir y, en efecto, se había anunciado algún tiempo atrás: República Dominicana estrena Estrategia Nacional de Inteligencia Artificial, convirtiéndose así en el primer país de Centroamérica y Caribe en hacerlo.
Dada la prevalencia de la inteligencia artificial y sus avances, tema que lleva ya 11 meses acaparando titulares de manera continua y sistemática, definir una estrategia de estas es, más que una moda, una necesidad. La pregunta obligada en este punto es, ¿valdrá la pena?
La visión presentada ayer durante una actividad realizada en la Cinemateca de la Plaza de la Cultura toma en cuenta el elemento humano, y eso es importante en el contexto de que uno de los temores en torno a la inteligencia artificial y su avance es que esta termine desplazando a la humanidad.
Es así, entonces, como uno de los cuatro pilares que sostienen esta estrategia, mejor conocida como ENIA por su sigla, es un hub de talento humano que se identifica con el hashtag #YoSoyFuturo.
Un aspecto importante de este pilar lo constituye la formación. En el contexto actual dominicano, eso significa impulsar aún las carreras y estudios STEM, desde la codificación y la programación hasta ciencia de datos.
Ciencia de datos, conjuntamente con inteligencia artificial, será una maestría que se estará ofreciendo en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) como parte de esta visión, complementada por otros cursos e iniciativas educativas a varios niveles.
Ninguna estrategia de inteligencia artificial está completa sin la automatización del gobierno, en especial en lo que respecta a servicios ciudadanos, y es así como se introdujo en el lanzamiento de ENIA a TAÍNA, descrita como algo más que un chatbot en el sentido de que va creciendo y evolucionando con cada interacción con el ciudadano.
TAÍNA vendría a representar la esencia de lo que es la inteligencia artificial, un desarrollo que evoluciona con el tiempo y se hace más intuitivo y eficiente gracias a la integración de redes neuronales y machine learning. Una pieza clave aquí es la integración de un modelo de lenguaje que permite una conversación fluida.
El tercer pilar de ENIA es un hub de datos, y esto es importante porque la inteligencia artificial se desarrolla y se expande, justamente, con nuestros datos. ¿Cómo se garantiza el uso debido y el almacenamiento correcto de estos?
La visión presentada busca crear un espacio estratégico con infraestructura tecnológica avanzada para el procesamiento, almacenamiento y análisis de datos en el país. A su vez, al promover la soberanía tecnológica y de datos, se estaría posicionando a la República Dominicana como un proveedor de servicios de almacenamiento y procesamiento de datos para la región.
El cuarto y último pilar toma en cuenta que República Dominicana, pese a su posición geográfica estratégica y el desarrollo que viene exhibiendo desde hace décadas, es una pequeña nación dentro de un mundo donde el poder es disputado por grandes potencias.
Por aquello de que juntos somos más fuertes y mejores, la ENIA aplica un enfoque regional que busca impulsar activamente un ecosistema de inteligencia artificial en Centroamérica, el Caribe y Suramérica mediante la creación de asociaciones estratégicas con el sector privado, la academia y la sociedad civil en la región.
Los primeros pasos en esta dirección los han dado el Ministerio de la Presidencia, la Oficina Gubernamental de Tecnologías de la Información (OGTIC) y la empresa de desarrollo de software GENIA Latinoaméric con la firma de un memorando de entendimiento para la creación del Proyecto Latam 4.0, una coalición que estaría integrando al Gobierno dominicano, las empresas privadas, las instituciones académicas y las organizaciones de la sociedad civil para desarrollar los puntos ya expuestos a nivel regional.
Luce interesante la visión y es importante que se piense en grande, sobre todo a nivel regional, pero hay que tomar en cuenta los desafíos y los retos, dos temas que fueron abordados brevemente durante el lanzamiento de ENIA, haciéndose especial énfasis en privacidad, seguridad de los datos y los riesgos de una superinteligencia en el largo plazo.
En el contexto dominicano, sin embargo, los retos van más allá de la posibilidad de que se roben los datos o se les dé un uso indebido. Por ejemplo, la población que vive en extrema pobreza, que no ha tenido acceso a una educación básica y que no goza de buenos servicios, ¿cómo se estaría integrando a la ENIA? ¿Cómo se motivaría a este grupo poblacional a sumarse a la ola de #YoSoyFuturo? ¿Es compatible hablar de IA a este nivel cuando todavía hay apagones?
Queda un largo camino por delante. La modernización del estado siempre será bienvenida, y es un hecho que no podemos dar la espalda a la inteligencia artificial, una tecnología que lleva ya largo rato conviviendo con nosotros.
