¿Solución o problema? Mucho se habla del potencial que encierra la inteligencia artificial y su uso cada vez más generalizado a nivel personal, gubernamental y corporativo, pero hay un detalle que el parecer no se previó del todo: su insaciable requerimiento de electricidad.
Sí, señores, la disponibilidad de suficientes recursos de electricidad en el mediano y largo plazo para seguir desarrollando la inteligencia artificial está probando ser un reto aún mayor que la disponibilidad de datos de calidad para seguir construyendo modelos funcionales.
Es un tema viejo el de los requerimientos de electricidad de la inteligencia artificial, siendo esta la razón por la que el acelerado desarrollo de esta tecnología genera preocupación entre ambientalistas por el tema de la sostenibilidad.
Es también la razón por la que Google, Microsoft y Amazon le echan el ojo a alternativas nucleares, y ni hablar de la propuesta de biocomputación de la startup suiza FinalSpark, la cual busca garantizar la escalabilidad de la inteligencia artificial sin depender de energía tradicional.
Es evidente que alternativas e ideas hay, pero toma tiempo dar forma u ejecutar, y eso nos lleva a un reporte de Gartner, Inc. que señala que para el año 2027 los apagones serán una realidad para el 40 por ciento de los centros de datos inteligencia artificial.
Las implicaciones de este escenario son variadas. Por un lado, un flujo de energía insuficiente para suplir la demanda de la IA traerá consigo retrasos a su desarrollo, pero no será su único impacto.
Como resultado de la creciente demanda de energía por parte de la industria de la inteligencia artificial, se prevé que el costo de este recurso subirá, afectando a los consumidores finales de productos servicios de inteligencia artificial.
Para que se tenga una idea del panorama, el estudio de Gartner predice un aumento de 160 por ciento en el consumo energético de centros de datos IA en los próximos dos años.
Para 2027, se prevé que el consumo anual alcanzará los 500 teravatios-hora , equivalente al consumo anual de 46 millones de hogares. En contraste, en 2023 el consumo fue de 195 teravatios-hora, equivalente al consumo anual de 18 millones de hogares.
