En 2013, cuando el contratista de la NSA Edward Snowden reveló que el gobierno de los Estados Unidos monitorea los mensajes de texto, emails y llamadas de sus ciudadanos, todos nos vimos forzados a reconsiderar nuestra privacidad.
En un momento en que los sistemas de tecnología global han mejorado y la arena social está inundada con numerosos canales de comunicación, la privacidad se ha convertido en una mera ilusión. Estar pendiente de lo que hace alguien ya no es un problema, y no necesariamente con ayuda de detectives, pues ya eso eso se adentra demasiado en el espionaje.
Estas agencias tienen diversos métodos de vigilancia colectiva
Hay métodos sofisticados disponibles que permiten fisgar los asuntos ajenos sin que el sujeto se entere. Son las llamadas tecnologías espías, simplificadas ahora en sencillas aplicaciones que en ocasiones son hasta gratis. Por supuesto, hay un estigma asociado a estas herramientas, y mucha gente en contra que piensa que su uso está confinado a padres dominantes, jefes pesados, o cónyuges inseguros, pero la realidad es que con frecuencia las aplicaciones espía sirven fines bastante inocentes.
El mundo de posibilidades que se abre con estas aplicaciones es amplio. Se puede leer los mensajes de texto que envían los hijos al dar seguimiento a cada tecla que pulsa en su smartphone. Se pueden ver en secreto los mensajes de la pareja cada vez que suene su teléfono. Si hay algún pedante molestando a sus hijos o a su pareja, estas aplicaciones ofrecen una manera de enterarse. Situaciones como estas, donde muchas veces se busca salvaguardar a familiares y seres queridos, son las que hacen a gente común y corriente considerar el uso de aplicaciones de espionaje remoto.
Espía de mensajes de texto remoto: ¿mito o realidad?
Una madre puede estar delante de su hijo o a millas de distancia en un viaje de negocios, pero la herramienta adecuada le permite saber con exactitud cuando ha enviado o recibido un mensaje de texto, además de quién lo envía y de qué habla. Con una mera pulsación en su teléfono, una aplicación asequible como xnspy le permite monitorear los mensajes de texto de su hijo y ver virtualmente todo lo que sucede en su smartphone sin tenerlo en su posesión en ningún momento.
No se trata de una escena de una película de ciencia ficción. Con la llegada la realidad aumentada, unida a la proliferación de smartphones dotados de cámaras, sensores y rastreadores, este deseo tan antiguo y tan humano se ha hecho realidad. Esta nueva ola de innovación permite a los usuarios de aplicaciones espía interactuar virtualmente con su entorno por medio del contenido digital.
Mensajes de texto pueden ser monitoreados con aplicaciones como xnspy
La cuestión de fondo del espionaje es que se trata de vigilar a alguien discretamente. La razón de ser del espionaje remoto es la de realizar una vigilancia sin el consentimiento del otro, y hay muchas aplicaciones que hacen un gran trabajo al respecto. Ofrecen un panel de control online que transfiere toda la información (los mensajes de texto) del teléfono vigilado al dispositivo del usuario, donde el usuario puede monitorear las novedades en vivo del teléfono vigilado. En el panel de control, se va a encontrar hasta una representación gráfica de los mensajes de texto, que incluye la frecuencia de la correspondencia por mensajes de texto.
Si su objetivo posee un iPhone o un smartphone Android, permitirá que los datos sean sincronizados con el teléfono del usuario. Este arsenal de hacking tan sofisticado está de camino a convertirse en una adopción masiva, aún cuando pocos admitan su uso por una cuestión de discreción.
¿Qué se puede monitorear con aplicaciones espía?
Sin duda alguna, la proliferación de los smartphones ha influido en nuestro paisaje cultural. La invasión de plataformas de comunicación ha dominado el ámbito social. Por tanto, basados en las actuales tendencias dinámicas de la comunicación, se ha visto la adopción de aplicaciones como xnspy para monitorear la correspondencia por mensajes del objetivo.
Informes recientes publicados por Pew Research Center revelan que el 97 por ciento de los estadounidense envían mensajes de texto al menos una vez al día. Como es un enfoque muy conveniente de la comunicación y garantiza la privacidad, vemos a la gente enganchada a sus smartphones, tecleando sus mensajes con entusiasmo. La gente tiene que darse cuenta de que da igual lo confidencial o privado que sea un mensaje, hay terceras partes que pueden verlo gracias a la tecnología de monitoreo.
Puede extraer mensajes de texto con facilidad además de otra información detallada con una aplicación espía. El registro de todos los mensajes enviados y recibidos está disponible en forma organizada y en orden cronológico, con los más recientes mensajes arriba del todo. Además de leer el contenido del mensaje, puede ver el nombre del que lo ha enviado, su número de contacto, y sello de fecha y hora. Si utiliza xnspy, también podrá ver geo-etiquetas que son iconos del estilo de los globos en los Google Maps que determinan la ubicación exacta de la persona cuando se envió el mensaje.
Cuando se trata de la seguridad de sus seres queridos, también puede poner ciertas palabras en lista de vigilancia de manera que si tiene lugar cualquier actividad no autorizada como sexting, intimidación, flirteos, espionaje industrial, etc., pueda controlarlos a tiempo. La aplicación le notificará de inmediato cada vez que se de una situación fuera de lo normal. Esto le puede ayudar a tomar una decisión informada sobre su objetivo, su pareja, hijo o empleado.
Lo que es más, no hay por qué preocuparse de mensajes borrados o antiguos ya que esta aplicación espía almacenará todos los mensajes de texto en el panel de control, desde donde puede leerlos cada vez que usted lo desee.
7 times a text spyware app can guard your important interests – https://t.co/vT5W73G3mV #textspywapp #curbsexting #MobileSpy #spying #XNSPY
— XNSPY (@xnspyofficial) May 10, 2017
Ya sea por invasión de la privacidad o para garantizar la seguridad personal, el espionaje de mensajes de texto se ha convertido en una obsesión hoy en día. Ya no es un sueño de voyeurs sino una realidad.
