Vivimos en una sociedad donde la actividad online en ocasiones sobrepasa por mucho la actividad en el mundo real, al punto de que en ocasiones se entremezclan y suceden cosas que van de lo práctico y funcional a lo absurdo. Entre check-ins, actualizaciones de estatus, retweets y likes es mucha la información que se recolecta, y esto ha dado como resultado toda clase de enfoques personalizados donde se busca sacar provecho a la mina de oro que representa toda esa data que en la mayoría de los casos se genera de manera espontánea.
El principal ejemplo lo tenemos en la odiada publicidad personalizada, que en más de una ocasión ha sido señalada como una violación a la privacidad. Si bien no es divertido que se bombardee el correo electrónico o el perfil en Facebook con esa publicidad no solicitada, hay algunos casos en que un análisis a toda esa información que regalamos a diario pudiera resultar en algo provechoso. Aquí entra en juego Facedeals.
Facedeals es un concepto desarrollado por la agencia digital RedPepper a través de su laboratorio de innovaciones. La idea es sencilla: una cámara colocada a la entrada de determinados establecimientos toma una foto del cliente y hace un reconocimiento facial, siempre y cuando la aplicación correspondiente esté aprobada en su perfil de Facebook. Acto seguido, Facedeals hace un rápido escaneo de los gustos, preferencias e intereses de la persona y le presenta una oferta personalizada a través de su teléfono con la intención de que la pueda aprovechar en ese momento. No se trata de una publicidad clásica ni se intenta vender un servicio directamente. Contrario al enfoque usual, Facedeals está del lado del usuario, y el potencial de beneficios para negocios y clientes es sumamente amplio cuando se mira desde esta óptica.
Es probable que de entrada esta idea no resulte muy atractiva, pues siempre hay el temor de la privacidad, que se roben los datos, que se usen en actividades indebidas e incluso que se les saque provecho para hacer aún más publicidad personalizada. Sin embargo, no puede negarse que Facedeals constituye una idea innovadora donde el enfoque de las ofertas de servicios pasa de ser algo pasivo a algo activo que no requiere que el cliente le caiga atrás y que no está sujeto a vencimiento en el tiempo. No es lo mismo toparse con un anuncio en el periódico o en el mismo Facebook donde se informe de rebajas en la tienda de ropa por tiempo limitado a llegar hasta esa tienda y encontrarse con una oferta diseñada exclusivamente para el cliente.
A pesar de que el logo y el esquema de color de Facedeals guardan una enorme similitud con Facebook, RedPepper aclara que la idea no ha sido desarrollada en conjunto con ellos. Por el momento, Facedeals se encuentra en fase de prueba en algunos establecimientos de de Nashville, Tennesse, donde está ubicada la agencia, que por igual tiene oficinas en Atlanta.
La cámara usada para poner el concepto a prueba tiene por base una placa de computador Raspberry Pi, cuyo costo oscila entre 25 y 35 dólares, y un microcontrolador Arduino. Las imágenes son procesadas en tiempo real con OpenCV (Open Source Computer Vision Library), y todo el sistema se conecta al Open Graph de Facebook a través de una conexión wi-fi para hacer su trabajo de reconocimiento facial y análisis de preferencias e intereses. RedPepper informa que la cámara puede montarse en la pared y que funciona con cualquier enchufe estándar.