Todos queremos un smartphone, y lo cierto es que la adopción de estos dispositivos va en constante aumento, aún cuando los precios de los mismos van hacia arriba con cada característica nueva que estrenan. Sin importar la marca o la plataforma en donde funcionan, cualquier smartphone moderno que se dé a respetar tiene un precio que ronda los 500 a 700 dólares si se fuera a comprar sin un plan y totalmente desbloqueado. A pesar del precio, mucha gente alrededor del mundo está dispuesta a cambiar sus equipos por lo más nuevo, y mientras esto ocurre, hay una cuestión que la mayoría ignora: las condiciones en que se hacen estos teléfonos y el desfase entre las ganancias para la empresa y lo pagado a los empleados que participan en el proceso. Para crear conciencia al respecto llega Fairphone.
Quienes compran un smartphone, una tableta o cualquier otro dispositivo de moda dirán que estas cuestiones no son de su incumbencia y que por tanto no se involucra en esa parte poco glamorosa del negocio. Sin embargo, y de estos hemos sido testigos, con una frecuencia cada vez mayor aparecen escándalos que involucran a compañías como Apple y que ponen en entredicho su reputación, aún sea momentáneamente. Quizás el caso más conocido sea el de Foxconn en China, donde en algún momento hubo una ola de suicidios que llamaron poderosamente la atención y donde se ha denunciado en más de una ocasión que las condiciones y la presión son poco menos que ideales.
¿Qué tan injusto es esto? Sin importar desde qué ángulo se mire, es totalmente injusto generar ganancias a base del duro trabajo de gente que recibe cheles en comparación, a menudo bajo condiciones absurdas de trabajo. Es un caso que se ha visto en zonas francas textileras y en otras industrias que compiten a base de mano de obra barata. Aunque no sea este el caso de los smartphones, hay algo que va por esa línea, y como una forma de combatir la situación aparece FairPhone, una startup holandesa que pretende cambiar este panorama un smartphone a la vez, creando conciencia al mismo tiempo entre los consumidores.
Lo que diferencia a Fairphone del resto de las ofertas que hay por ahí es su enfoque ético. El equipo detrás de esta startup empezó creando conciencia acerca de los pasos que intervienen en la fabricación de un smartphone y las situaciones de sobornos, desvíos y malas condiciones laborales que suelen darse a lo largo del proceso. Usando la modalidad de crowdfunding, Fairphone se comprometió a fabricar 5 mil teléfonos estrechamente supervisados en cada punto del proceso con la finalidad de asegurarse de que no haya malas jugadas y que las condiciones se mantengan justas para todos los involucrados.
A pesar de que suena simple, no lo es, ya que esta forma de ejecutar implicó que el equipo de Fairphone llegó hasta Africa, cuyo rol en este asunto de smartphones es poco conocido pero sumamente importante desde el punto de vista de los componentes internos. De manera específica, de Africa sale un componente llamado coltan, mineral metálico derivado de minas de cobre que es usado extensamente en la fabricación de capacitores. Como suele suceder con esta clase de explotación de recursos naturales, hay una tremenda red de ilegalidad, chantajes y sobornos en la que solo salen perdiendo los mineros como tal. Fairphone tomó medidas para evitar estos desvíos y asegurar condiciones justas.
De momento, Fairphone ha tenido buena acogida. Van más de 5,800 unidades vendidas, lo cual sobrepasa su meta inicial. Cada unidad tiene un precio de 325 euros, lo que equivale a aproximadamente 425 dólares. De momento los envíos solo cubren Europa, pero Fairphone tiene planes de expandirse. A continuación, las características de un Fairphone:
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Procesador de cuatro núcleos a 1.2 GHz
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Android Jelly Bean
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Pantalla touch capacitiva de 960 x 540 píxeles
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Cámara posterior de 8 megapíxeles
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Cámara frontal de 1.3 megapíxeles
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Acceso al directorio raíz
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Batería reemplazable de 2,000 mAh
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Dual SIM, Micro USB, wi-fi, GPS, Bluetooth, FM, sensor de luces, acelerómetro, brújula, sensor de proximidad, giroscopio, soporte a MicroSD