Algunas ideas lucen brillantes en papel, pero a la hora de ejecutarlas… pues no tanto.
A modo de ejemplo está la propuesta de pantalla inteligentes para sustituir las tradicionales puertas de refrigeradores en supermercados, farmacias y cualquier comercio que utilice estos equipos.
La lógica detrás de la idea es simple: se reemplazan esas puertas -usualmente transparentes para que el comprador sepa lo que hay allí- y se sustituyen por pantallas que, además de mostrar lo que hay en esos refrigeradores, pueden mostrar anuncios, ofertas y otros elementos de interés.
Según proponentes de esta idea, esas pantallas inteligentes tienen el potencial de aumentar el engagement con los clientes, ofrecer nuevas oportunidades de ingreso por vía de publicidad e, incluso, aumentar las ventas.
Luce atractivo el prospecto, ¿no es así? Quizás porque le hicieron un buen pitch de ventas, o quizás porque su CEO fue cofundador de una compañía que ofrecía justo esto, Walgreens decidió probar suerte con esas pantallas inteligentes en algunos de sus establecimientos unos años atrás.
La compañía responsable, Cooler Screens, llegó a instalar 10,000 de esas pantallas inteligentes en cientos de locales Walgreens en Estados Unidos, y planeaba instalar 35,000 más antes de que las cosas se tornaran agrias y terminaran en la corte.
La primera en demandar fue Cooler Screens, por incumplimiento de contrato. La demanda fue sometida en junio de 2023 y busca 200 millones de dólares en compensación por daños y demás. Walgreens decidió terminar el contrato con Cooler Screens en febrero de 2023 porque las pantallas constantemente fallaban y, en general, no cumplieron con las expectativas
La contrademanda por parte de Walgreens no se hizo esperar, y ambas se acusan mutuamente de ser la raíz del problema.
Lo peor que sucedió en esta saga fue que en diciembre, en medio de la temporada de compras más intensa del año, Cooler Screens decidió sacar de circulación las pantallas de Walgreens en 100 localidades de Chicago.
Esta movida resultó caótica para los compradores, según reportó Walgreens, pero para Cooler Screens era una forma de presionar el pago de facturas de mantenimiento vencidas.
Aunque la idea luce innovadora, la realidad es que sustituir puertas de refrigerador comercial por pantallas inteligentes es una inversión cara que requiere de mantenimiento, acceso a internet y conexión a contenidos relevantes
Algunas cosas es mejor dejarlas simples y no complicarlas con tecnología innecesaria.
