Sin duda alguna el momento más intenso de la conferencia de desarrolladores Google I/O fue cuando salió Sergey Brin para hacer una demostración en vivo de Project Glass con la ayuda de unas personas que andaban sobrevolando el Moscone Center, cada uno de ellos armado de sus respectivos lentes.
Fue un momento dramático porque esas personas que estaban en el avión no solo remitían su perspectiva de visión a través de Hangouts, sino que para hacer del momento algo aún más sorprendente saltaron en paracaídas hacia el techo de Moscone Center. Luego otro grupo de jóvenes en bicicletas que esperaban en el techo hicieron algunas piruetas extremas, todas captadas en vivo a través de Project Glass, y por último vino el momento culminante: un profesional que escaló hacia abajo para hacer su entrada triunfal al auditorio. En todo momento el público pudo ver las perspectivas de vista de cada uno de los participantes, fuera que estuvieran en paracaídas, bicicleta o escalando.
Finalizada la demostración, algunos detalles a cargo del equipo de diseño. En primer lugar, se reveló que Google lleva dos años y medio trabajando en Project Glass. Lo segundo, el por qué del diseño: los lentes Project Glass no son lentes en el sentido estricto de la palabra. Más bien se trata de una pieza que está colcada justo encima del ojo, y esto obedece a que tienen por objetivo ser parte de la visión sin bloquear la vista. Además, están dotados de sensores de forma tal que están al tanto de su ubicación respecto al cuerpo y el mundo.
Para Google la comunicación a través de imágenes y el acceso a dispositivos que permiten nuevas formas de comunicación son ideas poderosas, y esa es la motivación tras Project Glass. Una aplicación práctica fue vista con un video protagonizado por la esposa e hija recién nacida de un empleado de Google, donde se mostraban varias facetas del día a día, todas captadas por la madre a través de los lentes. Al finalizar el evento Sergey Brin anunció Project Glass Explorer Edition, disponible para pre-orden solo para quienes asitieron a I/O y con uso únicamente en el mercado de EE.UU. ¿El precio? Tanta belleza no sale barata: 1,500 dólares.