Más allá de alumbrar para que un objeto o edificio sea visible, la luz es una herramienta para crear sensaciones, resaltar detalles y jugar con las texturas y formas. Aplicada a edificios patrimoniales, es capaz de destacar las características arquitectónicas más importantes y convertirlo en un elemento llamativo en su entorno urbano.
A este uso de la luz se le conoce como iluminación arquitectónica, y ha probado ser una herramienta de rescate histórico, artístico y social. Así, acorde al lugar y las situaciones, permite crear condiciones seguras para los ciudadanos y promover la imagen de la ciudad para los turistas y residentes.
Actualmente existe una gran variedad de productos de iluminación arquitectónica que aseguran el ahorro energético por medio de la tecnología LED y tienen una larga vida útil, además de diseños minimalistas que permiten instalarlos sin que se noten sobre la fachada de los inmuebles.
Dentro de la gama LED, existen productos que permiten controlar la intensidad de la luz, cambiar su color y temperatura, e inclusive controlarlos de forma remota y automática.
Hugo Melgar, Lightning Designer de Sylvania, califica esta tendencia como una respuesta a la necesidad de combinar la calidad de la luz y la eficiencia energética con las experiencias de la vida nocturna de las ciudades y su arquitectura. La combinación de estas nuevas posibilidades dan como resultado proyectos de gran impacto que visibilizan de forma atractiva los edificios emblemáticos de una ciudad, manteniendo el respeto por su historia y envergadura.
Para una iluminación adecuada, las luminarias deben tener la óptica que más se ajuste a la volumetría del edificio. Los reflectores y lentes producen una amplia gama de efectos de iluminación que van desde haces de luz muy concentrados que acentúan la verticalidad y acento con ópticas cortas y de haz intermedio para acentuar objetos pequeños hasta nichos o conjuntos de nichos que a nivel grupal forman una sensación de espacio longitudinal o vertical. Es posible también crear efectos de profundidad al dejar elementos a oscuras y acentuar paredes.
Melgar agrega que la iluminación arquitectónica es un trabajo muy completo e interdisciplinario, ya que se trata de instalaciones permanentes en los edificios. Al respecto indica que necesita productos específicos, así como instalaciones subterráneas, luminarias de pie, empotradas y reflectores al aire libre que crean condiciones de iluminación confortables y son adecuados para la seguridad, a la vez que soportan el mal tiempo y el vandalismo.
No todos los edificios requieren LEDs con cambios de color (RGB) para realzar su belleza. Edificios muy antiguos de arquitectura sacra o patrióticos requieren un respeto profundo en términos de iluminación. LEDs con cambio de color programado (DMX) pueden ser aplicados a edificios con diseños modernos, minimalistas y transicionales; materiales como vidrio, acero, hierro y concreto en acabado natural son ideales para este tipo de aplicaciones. Hugo Melgar, Lightning Designer de Sylvania.