Con pantallas que a veces sobrepasan las 6 pulgadas, pasando efectivamente al terreno de las phablets, los smartphones de esta época sirven muy bien al propósito de consumo móvil de contenidos digitales y la facilidad de resolver cualquier cosa a través de una aplicación.
Como todo en la vida, hay momentos en que tener un equipo tan grande se convierte en un inconveniente, con el agravante de que no es una opción dejarlo engavetado por ahí por aquello de que un smartphone hasta de línea de salvación nos sirve.
¿Qué hacer entonces? La respuesta a este dilema moderno la tiene el fabricante chino Unihertz, que hace dos días lanzó una campaña de recaudación de fondos en Kickstarter para Jelly, un diminuto smartphone con pantalla de 2.45 pulgadas diseñado para ser el complemento del smartphone de uso diario.
Pese a su tamaño de 3.6 pulgadas de alto y 1.7 de ancho, ridículo en comparación con el iPhone 7 o el Galaxy S8, Jelly ofrece una experiencia de uso completa al funcionar en redes 4G e integrar la última versión disponible de Android (Nougat).
Esto significa que Jelly es capaz de correr aplicaciones de la misma forma que lo harían sus contrapartes gigantes, solo que en un formato mucho más reducido y con menos poder de procesamiento.
Pese a sus dimensiones, este diminuto teléfono ofrece de 8 a 16 GB de almacenamiento, con 1 a 2 GB de RAM según el modelo seleccionado. SIM dual, posibilidad de expansión hasta 32 GB por vía de microSD, cámara posterior de 8 megapíxeles y cámara frontal de 2 megapíxeles son algunas de las especificaciones de Jelly, cuya batería es otro punto fuerte, capaz de ofrecer 3 días de operación estándar y hasta 7 días en modo standby.
Lejos de sustituir los grandes smartphones del momento, Jelly viene a ser un complemento para aquellos momentos donde el tamaño va en nuestra contra. Algunos escenarios incluyen el uso de carteritas de noche entre mujeres y uso extensivo en lugares poco aptos o donde hay posibilidad de robo, como un festival de música. Asimismo, es una buena alternativa cuando se hace ejercicio.
Si consideran contraproducente sacar teléfonos pequeños en esta época, sobre todo después del aparente fiasco del SE de Apple, están equivocados: en apenas dos días Jelly ha recaudado más de 321,000 dólares en Kickstarter, muy por encima de su meta inicial de 30,000 dólares. Ya en 2015 Unihertz había presentado otro smartphone diminuto, el Posh Micro.
A 79 dólares para la versión estándar y 95 para la Pro, bien valdría la pena probar a Jelly. ¿Se animan?