Aunque en República Dominicana la actividad a nivel de la bolsa de valores es algo limitada y no guarda relación alguna a lo que se ve en Estados Unidos, Europa y Asia, no deja de llamar la atención el mal desempeño que han tenido las acciones de Facebook desde que debutara en NASDAQ el pasado 18 de mayo con una oferta pública inicial (IPO) que valuaba a la empresa en más de 100 mil millones de dólares.
Ese día, que inicialmente estuvo caracterizado por la euforia de un acontecimiento que se consideraba histórico, las acciones debutaron a un precio inicial de 38 dólares, una decisión que estuvo precedida por semanas de presentaciones, discusiones, análisis y un entusiasmo que algunos disfrutaban y otros pedían tomar con cautela. Sin embargo, desde que Mark Zuckerberg sonara la campana de NASDAQ a distancia desde la sede de Facebook en Menlo Park, las cosas empezaron a salir mal.
Aunque en los primeros cinco minutos de la IPO se transaron 100 millones de acciones, al poco rato NASDAQ se vio obligada a paralizar las operaciones debido a un error técnico que eventualmente salió muy caro a todos los involucrados, desde Facebook y NASDAQ hasta los bancos de inversión y corretaje que participaron activamente, los que registraron pérdidas millonarias por el inconveniente. En efecto, el grupo NASDAQ OMX anunció en junio un fondo de compensación para los inversionistas que se vieron afectados durante la IPO de Facebook y cuyo monto inicialmente ascendía a 40 millones de dólares. Como siguen las quejas en torno al caso, recientemente se acordó aumentar ese fondo en 22 millones para un total de 62 millones.
Quizás la parte más dolorosa de toda la debacle de Facebook ha sido que a la vez que sus acciones siguen bajando aumentan los escándalos en torno a la empresa, con una serie de ataques dirigidos a su CEO, Mark Zuckerberg. Ese primer día de la IPO las acciones cerraron ligeramente por encima de su precio inicial de 38 dólares. La modesta ganancia fue observada con preocupación por algunos analistas, sobre todo porque se había generado tal expectativa en torno a estas acciones que algunos pronósticos situaban en hasta 60 dólares el precio de cierre de ese día. Tristmente, no fue así, y luego de haber subido algunos centavos en el día de su debut, jamás la acción ha vuelto a estar en alza. Todo lo contrario: una baja cada vez más pronunciada y que actualmente se sitúa en 19.05 dólares, el precio de cierre del pasado viernes, una cifra que representa casi la mitad de su valor original.
Acerca de Facebook y su mal desempeño se ha dicho de todo. Se han querido buscar culpables a nivel interno y salieron algunas informaciones que daban cuenta de que hubo uso indebido de información delicada que no fue compartida con los inversionistas, un delito grave a nivel de operaciones de bolsas de valores. Se ha señalado la poca presencia de Facebook a nivel de plataformas móviles como una posible razón por la que esas acciones no cuadran. Y, como era de esperarse, se ha insistido en todo este tiempo que el error técnico surgido en NASDAQ fue lo que realmente mató el desempeño de esas acciones antes de tener la oportunidad de debutar apropiadamente. Esta última parte hasta cierto punto hace sentido: los mercados son nerviosos y cualquier fallo o contratiempo puede tener consecuencias nefastas casi de inmediato.
En medio de los análisis que día tras día surgen analizando la pesadilla en que se han convertido las acciones de Facebook para los inversionistas no deja de señalarse a Mark Zuckerberg, fundador de la red social y actual CEO. Desde antes de la IPO se cuestionaban la experiencia y la capacidad de Zuckerberg para manejar una empresa de esa magnitud. Su estilo relajado e informal, donde el hoodie es la pieza de su guardarropa que más lo identifica, no caía bien en ciertos círculos, y hubo al menos un analista que echó la culpa a este elemento del fracaso que hasta ahora han sido las acciones de Facebook. Por su parte, Zuckerberg ha reconocido que la baja en las acciones ha sido dolorosa, y en declaraciones al Wall Street Journal pidió a sus empleados mantener el enfoque, a la vez que se mostró seguro de que los planes a futuro trazados por la empresa pueden revertir esa tendencia a la baja.
Aún cuando Zuckerberg se muestra confiado y hace esta clase de peticiones, las acciones simplemente no reaccionan. ¿Qué pasa aquí? Una combinación de factores que incluyen expectativas desbordadas, ambición, la falsa creencia de que invertir en Facebook es el equivalente a hacerse rico de la noche a la mañana y un largo etcétera. Los mercados, además de nerviosos, son caprichosos, y cualquier cosita puede desatar una crisis de confianza. Facebook presentó hace unas semanas sus resultados trimestrales por primera vez como empresa pública. Si bien fueron mejores a lo esperado, el mercado no reaccionó positivamente. Peor aún, el pasado jueves expiró uno de varios períodos que prohiben la venta de esas acciones a tenedores dentro de la empresa, lo que significa que potencialmente 271 millones de acciones podrían liberarse en los próximos días o semanas. Un aumento en las acciones disponibles presiona el precio de venta hacia abajo en estas circunstancias porque da la sensación de que nadie las quiere. El precio del cierre de 19.05 dólares el viernes pasado, un día después de este evento, da peso a esta idea.
Tan crítica es la situación con las acciones de Facebook que de manera pública el jefe de la firma de investigación PrivCo sugirió que el cargo de CEO debe ser cedido por Zuckerberg a una persona de más experiencia. En Twitter los comentarios despectivos y negativos abundan, los análisis señalan que Facebook es la acción de peor desempeño en los últimos tres meses y en general el panorama no pinta agradable. ¿Cuándo tocarán fondo las acciones de Facebook? Solo el tiempo dirá, aunque se tiene la esperanza de que estén cerca de ese punto para ver si en algunos meses se estabiliza y se recupera.