¿Será que la ola woke está bajando en la industria del entretenimiento? Tras lograr millonarios y controversiales contratos con Spotify y Netflix, todo indica que Meghan Markle y el príncipe Harry van de salida en ambas plataformas.
En el caso de Spotify, es un hecho que el contrato ya fue cancelado.
Para quienes no lo recuerdan, la pareja -que aún se presenta como los Duques de Sussex, pese a sus desavenencias con la corona británica-, firmaron un contrato exclusivo en 2020 por 20 ó 25 millones de dólares con Spotify para producir un podcast “edificante”.
El podcast, llamado Archetypes, debutó el 23 de agosto de 2022, y durante todo este tiempo se ha caracterizado por ser una plataforma para quejas personales e historias tristes que suelen involucrar a la Duquesa de Sussex.
Esto explicaría por qué, tras menos de un año, Spotify decidió cancelar el contrato, dando pie a una pregunta inevitable: ¿qué pasó?
Desafortunadamente, el caso de los Duques de Sussex y Spotify se enmarca dentro de la ola woke que durante los últimos años ha estado envolviendo a la industria, y resulta que esto no es lo que la gente quiere.
Aunque supuestamente el contrato fue cancelado por decisión mutua de las partes, no han faltado las especulaciones y comentarios que ponen gran parte de la culpa del lado de los Duques de Sussex.
Y así, por ejemplo, se ha dicho desde hace tiempo que no son muy productivos y que el podcast era aburrido, pese a que en algunos mercados se mantenía en los primeros lugares.
Se ha llegado a decir, incluso, que Meghan Markle, la conductora del podcast, carece de talento y que, en conjunto con su esposo, es una oportunista. Si a esto sumamos los choques con la corona británica, los chismes y demás, podemos decir que están en decadencia.
Con Netflix, la pareja también hizo un contrato en 2020, nada menos que por 150 millones de dólares. Según rumores, este también corre peligro, y la razón que aducen los ejecutivos de la plataforma es la misma: baja productividad.
El caso de los Duques de Sussex se suma a una serie de incidentes donde el efecto woke ha primado. Tómese el caso de Disney, que ha estado perdiendo una millonada por producciones que han tenido muy baja asistencia, siendo un ejemplo notable la nueva película de La Sirenita.
Hershey’s, Budweiser, Nike, Adidas, Target, The North Face y Starbucks son solo algunas de las compañías que han enfrentado reacciones muy negativas por sus acciones woke, reflejándose el disgusto en sus estados de resultados y en el valor de sus acciones.
¿Ola woke en reversa? Así parece, y si nos fijamos bien, esta tendencia lleva un tiempo en desarrollo.