Huawei vuelve a estar en la mira de Estados Unidos tras haber presentado en China un móvil impulsado por un procesador que los expertos aseguran contiene tecnología estadounidense.
¿Qué pasó aquí? Vamos por partes. Finalizando agosto, Huawei presentó su más reciente propuesta de alto nivel en smartphones, el modelo Mate 60 Pro, con capacidad para realizar llamadas satelitales.
Aunque fue un lanzamiento tranquilo, sin mucho aparataje, un detalle ha llamado poderosamente la atención, sobre todo de este lado del mundo: el chip de este móvil, Kirin 9000S, incluiría capacidades 5G.
Siendo Huawei una compañía de telecomunicaciones que juega un rol de importancia en el despliegue de 5G, ¿cuál sería el problema de que este chip contenga esta característica?
Para entender el asunto, hay que remontarse a 2019, cuando Huawei entró en lista negra en Estados Unidos, prohibiéndose su acceso a tecnología estadounidense en cualquier punto de la cadena de procesos.
Esa prohibición, provocada por los supuestos vínculos de la compañía al gobierno chino y el temor de que se usen esos equipos para espiar a Estados Unidos, significó que Huawei ya no podía depender de la taiwanesa TSMC para sus chips.
Es un hecho que la prohibición estadounidense tuvo un fuerte impacto sobre el negocio de smartphones de Huawei, confinándose casi exclusivamente al mercado chino su uso y disponibilidad.
Un punto que afectó fuertemente a la oferta Huawei en teléfonos fue la imposibilidad de ofrecer Android o servicios Google en esos dispositivos, viéndose la compañía en la obligación de desarrollar su propio sistema operativo y su propia tienda de aplicaciones.
Volviendo al presente, Mate 60 Pro parece ser una oferta completa y competente, destacando el procesador, desarrollado con arquitectura de 7 nanómetros e integrando, aparentemente, capacidades 5G.
En vista de la prohibición estadounidense, se supondría que Huawei -ni China como tal- contaría con las capacidades o las herramientas para desarrollar localmente un chip tan avanzado como ese.
Cierto es que el chip no fue desarrollado por Huawei, sino por Semiconductor Manufacturing International Corporation (SMIC), compañía china público-privada que también está en lista negra en Estados Unidos., específicamente desde diciembre de 2020.
El hecho de que tanto Huawei como SMIC están en lista negra dan peso a la idea de que de alguna forma u otra se violaron las disposiciones estadounidenses en lo que respecta a impedir el acceso a la tecnología necesaria para ese tipo de desarrollos.
Aun sin evidencia, la primera reacción de Estados Unidos ante Mate 60 Pro y su procesador fue un pedido de recrudecimiento de las sanciones y prohibiciones impuestas, aumentando así la tensión geopolítica que siempre está latente.
A falta de evidencia, representantes del gobierno estadounidense ahora opinan que, supondiendo que haya las condiciones en China para hacer esos chips sin tomar tecnología, ni Huawei ni SMIC ni ningún otro actor en ese país tendrían la capacidad de poducirlos en masa.
¿Se tratará de una escaramuza o un amague? Solo el tiempo dirá. Mientras tanto, se observa que la movida de Huawei afecta directamente a Apple, que recientemente ha sido víctima de prohibiciones en instancias oficiales chinas.