Más de 20 años atrás, cuando Napster reinaba y no habían surgido iPod, Spotify, Apple Music y demás, lo común era bajar música en formato MP3 desde plataformas peer to peer o P2P.
La pionera y líder indiscutible era Napster, surgida en 1999, pero fueron igualmente populares Kazaa, Morpheus y LimeWire, entre otras.
Era común pasarse horas bajando MP3s en los primeros años de la década del 2000, sin embargo… esta práctica era controversial, llegando a declararse ilegal con el tiempo.
Napster fue la primera en caer al ser demandada por bandas como Metallica por violación de derechos de autor.
Eventualmente, Napster se reformuló y se convirtió en Rhapsody, un servicio de streaming que volvió a llamarse Napster en 2016.
La mayoría de esas plataformas P2P -donde se podía bajar más que música, todo de gratis- fueron descontinuadas, pero una de ellas, LimeWire, está a punto de regresar a escena.
Para mayo, según reportes, tendremos a LimeWire entre nosotros una vez más, pero en esta vuelta será un mercado para NFTs enfocado a música.
Allí se podrán hacer compras e intercambios de elementos poco comunes, como ediciones limitadas de discos, versiones no publicadas de álbumes y otras mercancías digitales.
La propiedad intelectual de LimeWire, que fue descontinuada en 2010 tras perder la demanda interpuesta por la Asociación de Industria Discográfica de Estados Unidos (RIAA) fue adquirida el año pasado por los austriacos Julian y Paul Zehetmayr.
¿Qué más veremos resurgir en modo NFT? Parece que todo el mundo se está yendo por ese camino, incluyendo marcas locales, como es el caso de Cerveza Presidente.