Si ya has probado cada opción en móviles y ninguna te satisface, pronto contarás con otra opción que promete ser muy diferente: el primer smartphone Ubuntu, que será presentado la próxima semana por Canonical y el fabricante español BQ.
Aparte de ser un sistema operativo diferente, totalmente fuente abierta, este primer smartphone Ubuntu, una versión modificada del Aquaris E4.5 de BQ, ofrecerá a los usuarios una experiencia nueva porque no dependerá de aplicaciones para brindar funcionalidad o entretenimiento. En lugar de ello, Canonical ha desarrollado lo que llama Scopes, paneles donde contenido almacenado en el smartphone coexiste con ofrecimientos de terceros en un ambiente sumamente fluido.
La razón por la que Canonical ha desistido de contar con su propio ecosistema de aplicaciones es simple: los desarrolladores no siempre están dispuestos a crear versiones para sistemas operativos cuya participación de mercado no resulta significativa. A modo de ejemplo está Windows Phone, que pese a estar respaldado por Microsoft siempre ha tenido carencias en ese departamento.
Los Scopes ofrecen varias ventajas: son más ligeros que las aplicaciones, su desarrollo conlleva una fracción de los costos asociados y se integran directamente a la experiencia de uso del smartphone. La idea es hacer de Ubuntu una plataforma lo suficientemente atractiva a ese nivel para así impulsar la presencia de servicios como Facebook, Twitter o Amazon.
Este primer smartphone Ubuntu contará con pantalla de 4.5 pulgadas, procesador MediaTek de cuatro núcleos a 1.3 GHz, cámara posterior de 8 megapíxeles, cámara frontal de 5 megapíxeles, 1 GB de memoria RAM y 8 GB de almacenamiento flash. Al igual que el Aquaris 4.5 original de BQ, un modelo Android, esta versión Ubuntu valdrá 169.90 euros (alrededor de 192 dólares). Europa será el primer mercado donde estará disponible.
¿Realmente hay mercado para un smartphone Ubuntu? Depende de como se mire: en 2013 Canonical hizo una campaña de crowdfunding en Indiegogo, considerada la más ambiciosa hasta la fecha, que solo recaudó 40% de su meta de 32 millones de dólares. Más de 27,000 personas contribuyeron en ese entonces, desde distintos países, lo que da la idea de que hay gente que sí desea una alternativa a los ahora habituales dispositivos Android y Apple. La mayoría de los fondos procedieron de Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, Canadá y Australia.
Cuando Canonical hizo esa campaña en 2013 el dispositivo propuesto, Ubuntu Edge, incluía una visión de convergencia, de manera que el sistema operativo sería capaz de funcionar en móviles y sistemas de escritorio de manera continua y fluida. Con el lanzamiento de la versión Ubuntu del Aquaris E4.5 no ha habido mención del tema, pero no se descarta que los planes continúen en pie.