Cuando se trata de un día de locura colectiva como el famoso #BlackFriday -Viernes Negro para los puristas y amantes del español-, no hay exceso de consejos: todos son válidos y bienvenidos en medio de la avalancha de ofertas y la insistencia de familiares y amigos de “acompáñame allí” a ver si hay algo que valga la pena.
Ya lo hemos comentado en artículos anteriores, pero lo primero a tomar en cuenta en este Black Friday es que la ciudad estará más entaponada y caótica que de costumbre, una realidad no solo en Santo Domingo y otras ciudades del país, sino en cualquier otra donde se celebre esta fiesta comercial, sea que se llame Boston, Nueva York o Sao Paulo. Londres, la capital de Reino Unido, es una de las pocas donde la gente parece haber aprendido su lección, viéndose una marcada tendencia desde hace algunos dos años de realizar las compras online.
En un día como hoy todo el mundo, ya se trate de un comercio local reconocido, de pequeños negocios familiares o de vendedores online, tiene una oferta. ¿Vale la pena aprovecharla? La respuesta a esta pregunta es subjetiva y dependerá de qué se anda buscando, cuales son las necesidades del comprador, su estatus financiero y, sobre todo, de si hizo su tarea de estudiar precios y ofertas antes de que llegara el gran día.
¿Por qué es una buena idea estudiar precios antes de Black Friday? Muy sencillo: es una práctica común entre algunos comerciantes el inflar precios intencionalmente para después bajarlos a nivel habitual y presentarlos como “ofertas”. Aun cuando hay organismos cuya función es evitar este tipo de engaños siempre aparece par que se cuela bajo el radar, por tanto, el consumidor ha de hacer su tarea, y ella incluye leer detenidamente los detalles de las ofertas para evitar caer en ganchos lamentables.
Es importante recordar que la publicidad es el arte de comunicar ideas de una forma que se atraiga al público. Esos anuncios llamativos de hasta XX porcentaje de descuento deben tomarse con pinzas para un análisis profundo. Muchas veces se resalta un número que en la práctica era un anzuelo porque aplican unas condiciones prácticamente imposibles de cumplir. Hay también condiciones de pago que si no se leen con detenimiento pueden causar dolores de cabeza más adelante.
Black Friday es un fenómeno tan arraigado que hasta Apple participa con ofertas, por tanto la ocasión es propicia para adquirir con descuento aquellas cosas que tenemos tiempo por comprar y que hemos pospuesto en espera precisamente de alguna oferta que valga la pena. Las circunstancias son ideales para la comisión de timos y estafas a nivel físico y online, por tanto no nos cansamos de repetir lo mismo: anden con cautela a la hora de aprovechar los especiales. En el caso de una tienda online, lo mejor es limitarse a páginas reconocidas como Amazon y asegurarse de que a la hora de pagar la dirección sea HTTPS.
Hay que dejar pasar algunas ofertas
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¿Qué se puede comprar un día como hoy? Literalmente cualquier cosa, desde teléfonos y sus accesorios hasta ropa, televisores y gomas, pasando por los ataúdes que en alguna ocasión una funeraria local ofreció a descuento por la fecha. Recuerden: comercio es comercio. y precisamente porque los comerciantes están superagresivos con sus ofertas es que se aconseja cautela, no vaya a ser que se termine como en la caricatura de Cristian Hernández que compartimos aquí. ¡Buena suerte!