¿Vale la pena invertir en NFTs? No necesariamente. Veamos el siguiente caso.
El año pasado, cuando la locura por los NFTs alcanzó niveles insospechados, Jack Dorsey, fundador de Twitter, convirtió su primer tuit a este formato y lo puso a la venta.
Lógicamente, apareció un comprador, Sina Estavi, un criptoempresario iraní que pagó nada menos que el equivalente a US$2.9 millones por esto.
Ahora, tras haber pasado 9 meses en prisión por haber “interrumpido el sistema económico” en su país, Estavi ha puesto su preciado NFT a la venta, con resultados quizás inesperados.
Deseoso quizás de recuperar su inversión y algo más, Estavi puso en subasta el NFT del primer tuit del mundo, esperando obtener a cambio el equivalente a US$48 millones, pero…
Finalizada la subasta, apenas 7 ofertas se recibieron, las cuales iban de US$6 a US$280 dólares, esto “traducido” desde ether, la criptomoneda usualmente empleada en cuestiones NFT.
En pocas palabras, Estavi quedó muy corto en sus aspiraciones. Ni siquiera ayudó que en Twitter anunció que destinaría la mitad de las ganancias a alguna caridad.
¿Será esto un reflejo de la situación truculenta en que se halla Twitter, o será que este negocio de los NFTs es tan aéreo que no vale la pena?
Quizás el bajo precio obedece a que ya Dorsey no es la cara de Twitter. O quizás al hecho de que los NFTs son un absurdo insondable y por tanto no valen nada.
Incrédulo por el resultado, se reporta que Estavi extendió la fecha hábil para subastar su preciado NFT, pero no llegó siquiera a 14 mil dólares en esa segunda vuelta.
En lo que se resuelve este misterio sin misterio, piénsenlo dos veces antes de meterse en NFTs.