Los mercados son caprichosos. Esta es una verdad que no siempre se acepta, pero en la práctica sobran los ejemplos.
Un buen caso de estudio es el de las criptomonedas, activos digitales de valor muy fluctuante, con marcadas altas y bajas en respuesta al entorno, las expectativas y ciertos acontecimientos clave.
Este lunes, luego de alzas considerables en atención a un anuncio realizado por Trump acerca de establecer una criptoreserva estratégica nacional que estaría compuesta principalmente por bitcoin y ether.
Este anuncio, realizado en la plataforma Truth Social, mencionaba igualmente XRP y los tokens SOL (Solana) y ADA (Cardano).
Como era de esperarse, este anuncio, realizado ayer, domingo, provocó un rally donde los precios de esos criptoactivos subieron mucho y rápido, una reacción que contrasta con la baja que se vuelve observando desde hace semanas ante el desvanecimiento del efecto Trump.
¿A qué nos referimos con “efecto Trump”? Recordemos que ante el prospecto una victoria electoral de Trump, quien en campaña había prometido relajar las regulaciones en torno al tema cripto, este mercado se revalorizó.
Una vez confirmada la victoria de Trump, la tendencia al alza se reafirmó, con bitcoin incluso rompiendo récords. Desafortunadamente, y porque los mercados al final del día son caprichosos y responden al ambiente, esas alzas triunfalistas luego iniciaron un descenso que tan solo reflejaba el desencanto ante lo que hasta ahora son promesas incumplidas de Trump.
Cierto es que Trump no lleva ni dos meses en el cargo, y por tanto sería injusto acusarlo de incumplimiento en este tema, pero así de sensibles son los mercados y sus actores.
Entonces, de un rally espectacular ayer hoy tenemos una marcada baja en bitcoin, ether y demás. ¿Qué pasó? Lo mismo: pasada la euforia, surgieron dudas acerca de la anunciada reserva, y esas dudas deprimieron los precios.
Parte del problema que se observa, ya con la cabeza fría, es que, de esos criptoactivos, solo bitcoin cumpliría con las condiciones para ser reserva de valor.
A todo esto, hablamos de una criptomoneda que, si bien ha pasado de los 100 mil dólares su valor unitario, ha sufrido marcadas fluctuaciones a lo largo de su existencia.
¿Sería esto adecuado como reserva de valor? Es como para pensarlo.