En Facebook la premisa es simple: se hace una lista de amistades que puede incluir amigos, parientes, relacionados, compañeros de trabajo o meros conocidos, y listo. De repente cualquier persona tiene 200 “amigos”, con quienes comparte fotos, videos, juegos, comentarios, recomendaciones y muchos likes.
A simple vista puede decirse que Facebook es un lugar positivo que fomenta las buenas relaciones, con un tono amistoso, donde no hay botón de dislike ni hay una etiqueta de “unfriend” para designar a aquellas personas o grupos que no son de nuestro agrado. Simplemente, si esto llegara a pasar, se saca de la lista de amistades, y hasta se bloquea, sin grandes consecuencias para las partes involucradas.
Este mundo creado en Facebook suena muy bonito, y en teoría lo es. Sin embargo, en el día a día, sabemos que las relaciones interpersonales están marcadas por sentimientos y actitudes que no siempre son las más positivas. Hay de hecho una carga de envidia, discrepancias, antagonismo y disonancias que está presente en todas partes, y Facebook no es la excepción. Prueba de ello es que en más de una ocasión los usuarios han pedido la instalación de un botón de dislike para así poder expresar su disgusto y/o desagrado con ciertas cosas que se ven por ahí, desde marcas y personajes específicos hasta comentarios de usuarios comunes. Hasta ahora, el botón de dislike no se ha materializado, y quizás nunca lo haga, pues desde el punto de vista de ganancias por anuncios, a Facebook probablemente no le convenga.
Analizado así, algo le falta a Facebook, y es esa posibilidad de expresar abiertamente que se está en desacuerdo con algo, que cierta persona no agrada, y poder iniciar una conversación e interacciones a partir de ello. En gran medida esto resume el sentir de Dean Terry, director de medios emergentes de la Universidad de Texas, quien ha iniciado un experimento social con un plug-in desarrollado para dar la oportunidad a los usuarios de Facebook de hacer justo eso.
Llamado EnemyGraph, el plug-in en cuestión permite al usuario listar de manera pública aquellas cosas que no le agradan, ya se trate de personas de su propia lista de amigos, marcas, grupos o negocios. En base a la info recolectada a través de EnemyGraph no solo pueden surgir nuevas comunidades de personas unidas por disgustos compartidos, sino que da una idea acabada de cuáles cosas generan la mayor tasa de rechazo. A modo de ejemplo, el político estadounidense Rick Santorum, la saga Twilight, racismo y Fox News ocupan los primeros lugares en la lista, en base a las interacciones de 600 usuarios que se han unido a la aplicación desde que debutara a principios de mes.
EnemyGraph fue desarrollada conjuntamente con Bradley Griffith, egresado de la Universidad de Texas, y resulta curioso que por su naturaleza la aplicación sea descrita por sus creadores como una blasfemia del social media, a tal punto que Terry llegó a insinuar que será cuestión de tiempo antes de que Facebook decida sacarla de circulación.
Si esto llegara a ocurrir, no sería algo nuevo para Terry y Griffith, pues el año pasado otro de sus proyectos sociales, Undetweetable, corrió igual suerte. Undetweetable era básicamente un site que permitía hacer una búsqueda de tweets borrados, y el objetivo era demostrar que la información que se publica en las redes sociales perdura en la red aún después de haber sido “borrada”. A pesar del valor del experimento, Twitter no tardó en eliminar el controversial servicio.
Una aclaración oportuna que hacen Terry y Griffith es que EnemyGraph no ha sido diseñada con acoso y otras formas de ciberabuso en mente, sino que se trata de una herramienta social, pero a la inversa, cuyo objetivo es fomentar conversaciones y comunidad en base a disonancias. Efectivamente es lo contrario a lo que pretende hacer Facebook, que reúne gente en base a afinidades. ¿Qué les parece esta idea?