El imperio de Elon Musk peligra en Brasil, ¿pero por qué?
Esa es la pregunta que muchos se hacen luego de que en el fin de semana un juez del Supremo Tribunal Federal de ese país decidiera bloquear X en Brasil, uno de los principales mercados de la red anteriormente conocida como Twitter.
En medio de este lío, por supuesto, está Elon Musk, uno de los personajes más polarizantes del mundo, excéntrico y pintoresco a partes iguales.
La razón del bloqueo de X en Brasil se resume en que Musk se negó a asignar un representante legal de la empresa en ese país, pero el asunto va mucho más profundo y tiene visos políticos.
Los líos de Musk con Brasil, que ahora le echa el ojo a Starlink como parte de sus represalias, iniciaron meses atrás y guardan relación con el tema que está de moda desde el arresto de Pavel Durov: la vapuleada libertad de expresión.
Alexandre de Moraes, el juez que ordenó el bloqueo de X en Brasil, ordenó en abril de este año investigar a Musk por la diseminación de fake news de carácter difamatorio y otras acciones que van en detrimento de la democracia en ese país.
En este punto es válido preguntarse qué tiene que ver Musk con la democracia en Brasil, y la respuesta es que este personaje tiende a meterse en temas políticos con la clara intención de persuadir e influenciar en la toma de decisiones.
Aludiendo a cuestiones de libertad de expresión, Musk hizo justo esto en Brasil, cuestionando al juez De Moraes por la censura y bloqueos efectuados contra cuentas que se identifican con la extrema derecha y con el expresidente Jair Bolsonaro.
Esta acción es lo que ha desencadenado el lío que hoy se desarrolla en Brasil con X y con Starlink, y solo cabe preguntarse quién tiene la razón.
Volvemos a lo mismo: cada quien tiene su noción de lo que es libertad de expresión. Impedir a grupos expresarse en plataformas públicas es una forma de coartar la libertad de expresión, y ese es el alegato de Musk para enfrentar en su momento al juez brasileño.
Sin embargo, Musk es continuamente acusado de lo mismo, llegando a perseguir públicamente a cuentas y usuarios que le llevan la contraria en X o que hacen cosas que no son de su agrado.
En lo que se resuelve el caso, X está bloqueado en Brasil, y los brasileños se han quejado de que sin este acceso se sienten desconectados del mundo. En consecuencia, han estado probando otras redes, entre ellas Threads y Bluesky, donde se han apuntado más de 200 mil en los últimos días
En cuanto a Starlink, no solo están bloqueadas las cuentas en Brasil para garantizar el pago de multas de X -ascendentes a 3 millones de dólares-, sino que existe la posibilidad de que sea revocado el permiso para su operación por negarse a cumplir con el mandato de bloquear el acceso a X.
¿Hasta dónde llegará la reyerta? Está por verse.
Con esta situación en Brasil, donde las decisiones del jues De Moraes están respaldadas por el presidente Lula, ya son dos países de Suramérica con los que Musk tiene enfrentamientos directos.
