¿Entrega de paquetes por drones? Parece una buena idea, sobre todo desde el punto de vista de acortar tiempos de entregas y ahorrar costos por concepto de transporte terrestre y personal asociado, pero… en la práctica las cosas no son tan sencillas, y ahí está Amazon a modo de evidencia.
La idea de hacer entregas de paquetes por drones, un servicio bautizado como Prime Air, fue dada a conocer en 2013 por el propio fundador de Amazon, Jeff Bezos, pero no fue hasta 2022 que el programa arrancó, aún sea en fase de prueba, donde aún se mantiene.
Hay varias limitantes asociadas al uso de drones, entre ellas el tipo de paquete que pueden llevar, pues volumen y peso son factores a tomar en cuenta, y las regulaciones que aplican.
Una regulación que probó ser un obstáculo importante es aquella que limita la distancia de vuelo del dron al campo visual que quien lo opera en tierra.
En mayo de este año, Amazon logró que la Administración Federal de Aviación de los Estados Unidos (FAA) otorgara el permiso para que estos drones puedan volar más allá de esa línea de visión del operador, un hito logrado tras el desarrollo de una tecnología que garantiza no habrá colisiones.
A veces los obstáculos no son técnicos o legales, sino de carácter humano. En una primera localidad seleccionada por Amazon para probar sus drones, Lockeford en California, los residentes amenazaron con tumbarlos a tiros.
En junio de este año se anunció la suspensión del programa en ese lugar, siendo el plan expandir hacia Tolleson, Arizona.
Otra localidad, College Station en Texas, también presenta desafíos: los residentes se quejan de que los drones son ruidosos y molestos, redoblándose la protesta cuando supieron que Amazon había solicitado expandir la cantidad de vuelos de 200 por día a 469.
Tomando en cuenta esta queja, Amazon anunció que no se renovará el permiso para seguir probando allí y que para octubre 2025 está contemplada la mudanza.
