Las competencias de videojuegos, mejor conocidas como eSports, han recibido validación olímpica y se aprestan a protagonizar en 2025 la primera edición de sus propios Juegos Olímpicos.
El Comité Olímpico Internacional (COI), culminando esfuerzos que inició en 2017, anunció en la víspera de inicio de los Juegos Olímpicos París 2024 la celebración de los Juegos Olímpicos eSports el año próximo en Arabia Saudita.
El anuncio es curioso a varios niveles. Por un lado, hay quienes argumentan que las competencias de videojuegos no son un deporte real, pero este debate parece haber llegado a su fin con la decisión del COI.
Esto, definitivamente, es un impulso a jóvenes (y no tan jóvenes) en el mundo entero que alguna vez han enfrentado las críticas de padres y tutores que entienden que los videojuegos son una inútil pérdida de tiempo.
Hay beneficios asociados a jugar videojuegos, entre ellos la oportunidad de afinar la concentración, mejorar coordinación óculo-manual y cultivar el enfoque, así como desarrollar habilidades de resolución oportuna de problemas.
Hay también aspectos negativos asociados a los videojuegos, y uno de ellos tiene que ver la violencia que suele caracterizar a muchos títulos, incluyendo esos que han protagonizado en años recientes competencias mundiales.
Un buen ejemplo de esto es Street Fighter 6, el título cuya corona reclamó el dominicano Saúl Mena (MenaRD) en la Evolution Championship Series (EVO) realizada en Japón en abril de este año.
La violencia es algo que van en contra los principios olímpicos, por tanto queda en el aire la pregunta de cuáles títulos podrían competir en esos Juegos Olímpicos eSports 2025. De momento, se sabe que Call of Duty no será parte de las opciones.
Luego está el hecho de que se haya escogido a Arabia Saudita como sede, con un contrato a cinco años. De entrada, podría decirse que, a nivel perceptual, este no es un país asociado a eSports; sin embargo, hay 23.5 millones de jugadores, y casi la mitad son mujeres.
Arabia Saudita es un reto por la postura anti LGBTQ+ que define a ese país, así como por tradiciones que van en detrimento de los derechos de las mujeres.
El COI justifica la decisión al afirmar que Arabia Saudita se compromete a montar unos juegos sostenibles y alineados a los más estrictos estándares internacionales, indicando que los derechos de esos grupos serán respetados en ese marco.
¿Generará suficiente entusiasmo esta idea? Solo el tiempo dirá. Mientras tanto, quienes disfrutan los videojuegos pueden ahora dedicarse a su pasión con la certeza de que están involucrados en una acción de tipo olímpico.
