“Mujeres en tecnología” es una frase que se repite mucho en estos tiermpos, siempre con la intención de motivar una mayor participación femeninina en un ámbito que históricamente ha estado dominado por hombres.
¿Es posible que una mujer crezca y prospere en tecnología? Por supuesto, pero el primer paso para ello es derribar algunos mitos que rodean el tema.
De entrada, es importante recordar que las mujeres llevan tiempo dejando su marca en tecnología, con importantes aportes que han dado lugar a los avances de los que hoy disfrutamos en materia de internet y conectividad.
La realidad, sin embargo, es que sigue habiendo una baja participación de mujeres en tecnología; una pena considerando que hay 3.4 millones de vacantes en ese renglón y no hay perfiles adecuados para ocupar esas posiciones. Ese es el terreno fértil que espera por las niñas y adolescentes, a quienes se busca impulsar año tras año.
Un estudio de Kaspersky que buscó analizar la presencia y evolución de las mujeres en la industria de la tecnología revela que, al momento de elegir una profesión, las niñas en edad escolar no consideran el sector tech como una alternativa laboral. En efecto, es los 16 años cuando las jóvenes elijen una carrera y descartan la tecnología.
Las causas son diversas, una de ellas es quizá que la industria, sobre todo a nivel de ciberseguridad, está envuelta en varios mitos, siendo el principal creer que para incursionar en ella se debe ser ingeniero o un profesional con posgrados y especializaciones técnicas.
Nada más alejado de la realidad: Daniela Álvarez de Lugo, gerente general NOLA en Kaspersky Labs, afirma que las principales habilidades empresariales y sociales que los gerentes desean para las nuevas contrataciones en ciberseguridad son precisamente los soft skills o blandas. Bajo este nombre se engloban habilidades analíticas, comunicación y pensamiento crítico, ya que estas no son tan fáciles de adquirir como las habilidades técnicas.
En cuanto a carreras, existen muchas más oportunidades de empleo en el sector que tal vez no sean tan obvias, como la gestión de productos, la gestión de proyectos, soporte técnico, capacitación, comunicación (incluyendo al periodismo), marketing, leyes, etc. No existe un camino único que conduzca a una profesión en el mundo de la ciberseguridad.
Otro mito es pensar que el sector de la ciberseguridad sigue siendo un territorio reservado para el género masculino. La realidad es que son muchas las empresas que hoy entienden que la diversidad y la inclusión no solo son una cuestión ética, sino un factor de eficiencia empresarial.
Así como comenta los mitos, Daniela ofrece por igual algunos datos de interés:
- El 76 por ciento de las mujeres latinoamericanas consultadas en el estudio de Kaspersky respondieron que, desde su experiencia, el género no ha sido relevante para progresar en la industria porque el avance depende de las capacidades
- 67 por ciento aseguró que sus habilidades y experiencia se consideraron más que su género al aspirar a su primer empleo en la industria. Soft skills como la empatía, la capacidad de reconocimiento y la escucha activa, son solo algunas de las habilidades que se reconocen en las mujeres y que son un factor de diferencia en los equipos gerenciales.
- 71 por ciento de las mujeres respondió que se siente segura de que sus opiniones son respetadas desde el primer día de trabajo en la industria y 53 por ciento dijo que el número de mujeres en puestos directivos ha incrementado en los últimos años en sus organizaciones.
La industria de la ciberseguridad está esperando por el talento de las niñas y adolescentes que son nativas digitales y que han hecho de la tecnología parte de sus vidas desde sus primeros años. Quienes hoy tenemos el privilegio de formar parte de este sector hemos tenido que aprender de él, no crecimos con la tecnología como nuestra gran aliada y, pese a ello, hemos logrado abrirnos paso, escalar posiciones y, sobre todo, seguir aprendiendo de temas que hoy son vitales para empresas y usuarios: seguridad, privacidad y protección de datos de billones de seres humanos. De ese tamaño es el mercado que las espera.
Daniela Alvarez de Lugo, gerente general NOLA en Kaspersky Labs
