Tomarse en serio a Elon Musk es un deporte extremo en estos días, y quizás el mejor ejemplo de esta afirmación sea la cacareada pelea contra Mark Zuckerbeg, tema que viene acaparando titulares desde el 22 de junio.
Coincidencia o no, el primer llamado a pelear fue realizado por Musk cuando empezaron a salir reportes que indicaban de la inminente salida al mercado de una nueva propuesta de Meta diseñada para competir directamente con Twitter, plataforma que al día de hoy ya no existe bajo ese nombre.
Los reportes no se equivocaron y es así como tenemos a Threads en el escenario desde el 5 de julio, una fecha en la que el desencanto de usuarios de la entonces llamada Twitter parecía haber alcanzado su punto más crítico.
Ante la salida de Threads, la reacción de Musk no se hizo esperar. Las similitudes entre una plataforma y otra, sumado a la expectativa de que la propuesta de Meta podría, en efecto, tumbar el pulso a Twitter, llevaron a Musk a amenazar con una demanda por supuestas violaciones a la propiedad intelectual de esta.
Fue por esos días que el llamado a pelear arreció, con Musk incluso invitando a su rival a una medición de partes privadas, demostrando así qué tan infantil puede ser una de las supuestas mentes más brillantes de la actualidad.
Entre tanteos, exhibiciones de fuerza (en fotos) y mucho amague, han pasado los días, poniéndose las cosas interesantes el 11 de agosto, cuando Musk insinúa que esta absurda pelea -la cual se cree podría generar hasta mil millones de dólares en ganancias- podría llevarse a cabo en el Coliseo romano.
En una de sus muchas publicaciones en X, que es como se llama Twitter desde el pasado 23 de julio, Musk dijo que las autoridades italianas estaban de acuerdo con esto, agregando que la pelea se estaría transmitiendo en vivo en X y Meta, con manejo directo por las fundaciones de Zuckerberg y la suya en vez de la UFC (Ultimate Fighting Championship). Asimismo, dijo que lo recaudado iría a beneficio de veteranos y hospitales pediátricos en Italia.
Un gesto muy noble el convertir una pelea sin sentido en algo benéfico, pero, como todo lo de Musk, esto no pasa de ser un relajo más, y así lo hizo saber en una publicación realizada este martes 15 de agosto en X.
¿Qué llevó a Musk a revelar la verdadera naturaleza de esta pelea? Sencillo: Zuckerberg se cansó del mareo y, exhibiendo un nivel de madurez que quizás pocos esperaban, dijo en Threads que estaba bueno de perder el tiempo y que era de moverse hacia otros proyectos más serios.
Dolido, y como no es capaz de admitir derrota alguna, Musk quiso voltear las cosas al decir que relajó con la pelea y que la indecisión es de parte de Zuckerberg.
Ojalá y este sea el capítulo final de esa ridiculez.