Llegó Black Friday, y aunque parezca que se ha adelantado respecto a otros años, esta percepción es tan solo un reflejo de la prisa con que estamos viviendo a nivel general, sobre todo después de la mala experiencia de la pandemia por COVID-19.
Como es habitual para estas fechas, abundan las ofertas tentadoras en electrodomésticos, smartphones, accesorios, ropas, servicios y demás.
¿Qué comprar? ¿A cuál establecimiento le hago caso?
A veces la respuesta a estas preguntas es “nada” o “a ninguno”. A veces no tenemos necesidad de comprar nada, pero por aprovechar supuestas ofertas nos metemos en el juego y gastamos un dinero que quizás no nos sobra.
Algo que hay que entender de Black Friday, también conocido como Viernes Negro por estos lados -aunque muchos lo prefieren en inglés porque, según la Real Academia Española (RAE), suena más cool así-, es que se trata todo de un juego psicológico.
No hay nada que atraiga más que una oferta, sobre todo cuando esta se hace acompañar de elementos visuales llamativos o de un mensaje que resulta irresistible.
Por tratarse de un juego psicológico es que hay que tener cuidado, sobre todo cuando durante las próximas semanas estaremos viendo otras ofertas que no caen dentro de Black Friday, siendo la razón que ya con esto arranca la temporada de compras navideñas en la mayor parte del mundo.
Es curioso que Black Friday, lo mismo que Halloween y Thanksgiving -que muchos hoy celebran sin tener idea de lo que están celebrando- es una tradición más heredada de los Estados Unidos, con todo y la psicología que le acompaña.
Lástima que no se haya herdadeo igualmente la forma en que en ese país se hacen y se honran las ofertas, salvo algunas excepciones, por aquello de que donde quiera se cuecen habas.
Es casi inevitable caer en la tentación del Black Friday, por ese motivo es importante recordar algunos puntos para que la experiencia sea lo más satisfactoria posible:
- No todas las ofertas valen la pena. Comparar precios, garantías y demás es siempre una buena idea.
- Si perdiste la oportunidad de compra, ya sea porque se agotó el inventario o porque el tapón no te dejó llegar, recuerda que otras ofertas vendrán.
- En el caso de electrodomésticos y electrónica de consumo (smartphones, tabletas y demás), es importante verificar el año de producción del modelo, estar al tanto de las más recientes propuestas en haber salido al mercado y tener como referencia los precios fuera de este mercado. Estados Unidos suele ser la mejor referencia, siempre tomando en cuenta la estructura impositiva que aplica aquí.
- En el caso de las compras online, evitar comprar en sitios desconocidos o carentes de referencia. Este consejo aplica a cualquier época del año, pero hay que redoblar las precauciones en ocasiones como Black Friday porque es la oportunidad perfecta para robar datos sensibles a través de la práctica de phishing.
- ¿Realmente necesitas eso que está en oferta? Comprar por comprar nunca es una buena idea.
- Por último, recordar que después de Black Friday viene Cybermonday. Usualmente esto se da online, pero a nivel físico y local hay quienes se agarran de esa ocurrencia para extender sus ofertas o establecer nuevas ofertas.
Recuerden, prudencia ante todo. Feliz inicio de la temporada navideña.