Hay mujeres (y hombres también, pero en menor proporción) que cuando empiezan a comprar no encuentran la forma de parar. Creen que tener una tarjeta de crédito les da un poder adquisitivo infinito que a la hora del estado de cuenta pega muy duro. Para ellas, las denominadas compradoras compulsivas, hay una cartera hecha a la medida: iBag, que literalmente se cierra al detectar que se realizan compras cuando hay poco balance disponible o que se ha abusado de los fondos.
Para cumplir su objetivo, la iBag incluye sensores y chip GPS que se encargan de dar seguimiento a la billetera y de alertar a personas listadas como responsables como la usuaria. Una luz LED integrada en la cartera se enciende al detectar actividad anormal, y esto da paso al envío de un mensaje SMS. Si de todas formas la persona decide hacer un consumo, llega un punto en que la cartera simplemente se cierra, negada a permitir la transacción.
La curiosa cartera fue desarrollada en Australia a petición de Credit Card Finder, un servicio de comparación de tarjetas de créditos y las condiciones de cada banco o unión crediticia. Un reciente estudio realizado por la entidad determinó que uno de cada cuatro usuarios de tarjetas de crédito no paga la totalidad de sus balances mes tras mes, lo cual contribuye a acumulación de deudas e intereses sobre las mismas. En pocas palabras, un caos, el cual no es exclusivo de Australia.
A pesar de que es una buena idea, la iBag realmente no es la solución al problema planteado. Después de todo, si una persona saca la billetera de la cartera, aunque esta se cierre, podrá tener acceso a sus tarjetas y efectivo. La contingencia sería el mensaje SMS, pero eso tampoco garantiza que la persona desista de su compra. También está la cuestión de que la iBag es sólo para mujeres, pero entre los hombres también se da el caso de las compras compulsivas y gastos sin control.
