Viajar a Marte, o a cualquier sitio fuera del planeta Tierra, aún sea la Luna, es un viejo sueño de la humanidad. Al leer estas líneas, habrá quien diga que ya se materializó hace tiempo eso de viajar a la Luna porque, en efecto, en 1969 ocurrió el primer alunizaje, aunque se trata de un evento que aún muchos ponen en duda. Sin embargo, la idea que se plantea aquí es viajar con fines turísticos, y qué mejor destino que Marte, un planeta que por décadas ha fascinado a los humanos y que últimamente se ha puesto de moda por aquella teoría de que descendemos de ahí.
¿Suena loco, futurista y extraño? Probablemente la experiencia se pueda describir de esas tres formas, sobre todo cuando se considera que los planes son a 10 años y que un boleto de ida y vuelta está valorado en medio millón de dólares. Esta vez, quien está detrás de la idea no es el magnate inglés Richard Branson, quien de por sí ofrece la posibilidad de viajar al espacio a bordo de las aeronaves de Virgin Galactic, parte del Virgin Group que preside y que incluye, entre otras cosas, una disquera y una aerolínea más tradicional. No. En este asunto de viajar a Marte quien está a la cabeza es Elon Musk, cofundador de PayPal y CEO de SpaceX.
SpaceX, tal como sugiere su nombre, es una compañía que desarrolla cohetes y naves para la exploración del espacio. En 2010 se convirtió en la primera compañía comercial en enviar una aeronave a órbita y recuperarla con éxito, y ahora su planes incluyen visitas recreativas a Marte, un planeta donde la temperatura promedio es de -65 Cº, cuya atmósfera es bastante delgada y que está ubicado a una distancia que va de 36 a 250 millones de millas de la tierra, dependiendo de la posición relativa de ambos planetas al Sol.
Marte para muchos representa un misterio fascinante. Además de las teorías de que los humanos descendemos de ahí y los estudios que al respecto realizan sitios tan reputados como la Universidad de Harvard y el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), hay especulación de que en algún momento hubo vida tal como la conocemos aquí, una especulación avalada por imágenes que muestran lo que parecen ser vestigios de ríos y remanentes que asemejan figuras humanas. Por si no fuera suficiente, hay incluso un relato ampliamente difundido por Internet de un niño ruso llamado Boriska que dice haber venido de allá directamente.
Boriska, el niño que alega ser marciano
Quizás por este motivo Elon Musk y el resto del equipo en SpaceX consideran que es una buena idea ofrecer la posibilidad de viajar a Marte, y para ello pretenden construir aeronaves totalmente reutilizables, diseñadas para que puedan reabastecerse de combustible en una estación ubicada en el mismo Marte, para así evitar el inconveniente de tener que llevar eso consigo. El precio de 500 mil dólares por boleto podrá parecer exagerado inicialmente, pero cuando se compara a los 200 mil dólares que cuesta viajar al espacio en calidad de turista, pues ya no parece tan poco razonable, sobre todo porque todavía las tecnologías para ello no se han patentado y todo el asunto está en fase investigación y pruebas.
¿Valdrá la pena viajar a Marte? ¿Será realmente posible en 10 años? ¿Qué efectos tendría sobre la salud y cuáles provisiones habría que tomar? Solo el tiempo responderá estas preguntas. Mientras tanto, SpaceX hace pruebas con aeronaves no tripuladas y pretende enviar aeronaves tripuladas al espacio a partir de 2014.
