Con cada año que pasa, son más las personas que se suman a la comunidad de usuarios de de drones para fines recreativos, y si bien esto es una buena noticia para fabricantes como DJI y las tiendas que venden estos aparatos, para las autoridades regulatorias no lo es tanto.
Aunque inofensiva a primera vista, la actividad de volar un dron para tomar foto y video aéreo, sea con fines comerciales o recreativos, es una que encierra potenciales peligros.
El más obvio de estos peligros es provocar un accidente aéreo que involucre un avión de pasajeros, un helicóptero, otro dron o cualquier otro aparato volador. Luego están las cuestiones de posible espionaje, vuelos en lugares restringidos y el peligro de volar cerca del tendido eléctrico, árboles y otros obstáculos.
Por lo mencionado anteriormente, hay regulaciones que indican, entre otras cosas, que al volar un dron debe mantenerse el aparato en la línea de visión de quien lo opera. También hay reglas específicas respecto a la altura máxima de vuelo permitida (400 pies), la distancia mínima a mantener de aeropuertos, operación nocturna y otros.
Las regulaciones que hemos mencionado aplican en Estados Unidos y también en países como República Dominicana, que se rigen por organismos como la Organización Internacional de Aviación Civil (OACI), que a su vez toma pautas de la Administración de Aviación Federal de los Estados Unidos (FAA) y otras entidades afines.
En un intento por alinear a los usuarios de drones recreativos a las buenas prácticas, de manera que se asegure un uso adecuado y apegado a las reglas, la FAA ha decidido que antes de volar sea obligatorio tomar (y pasa, lógicamente) el examen TRUST, las siglas de The Recreational U(A)S Safety Test. UAS a su vez son las siglas de Unmanned Aircraft Systems, que describe en esencia lo que es un dron: un sistema de aviación no tripulado.
La buena noticia de este examen TRUST es que es online y toma apenas 30 minutos completarlo. Consiste en un conjunto de preguntas de selección múltiple que ofrecen varios intentos para responder correctamente. Una vez finalizado, se genera un certificado digital que deberá presentarse cuando sea requerido.
Siendo el caso que tendemos a guiarnos de organismos como este, no se pone en duda que algo similar se requiera en la República Dominicana para volar drones. La medida no estaría de más.