Dicen que no estamos lejos de llegar a tener una superinteligencia artificial que sirva para todo, siendo este el propósito ulterior de todos los avances que se han estado viendo en este campo. Ante el prospecto, cabe la pregunta de cómo se vería esa superinteligencia artificial en acción.
Si bien es cierto que hasta ahora la inteligencia artificial, en especial la generativa, se manifiesta en formato de chatbots y aplicaciones especializadas, no podemos obviar los avances que se han dado en robótica y la visión que define a esta industria.
Robótica e inteligencia artificial son dos campos afines, y es de ahí que nade el temor, quizás no del todo infundado, de que la humanidad podría terminar dominada por una combinación de estas tecnologías.
Al tiempo que se habla de una superinteligencia general, hay startups has trabajan en robots para uso general. Siendo este un concepto viejo y visto en ejecución -de manera limitada- desde hace años.
La robótica y la inteligencia artificial no son desarrollos recientes y, en efecto, llevamos décadas experimentando esos desarrollos en diferentes ámbitos y formatos.
Los robots son una forma de automatización, y es por eso que suelen ser muy usados en almacenes y fábricas para hacer trabajos tediosos y repetitivos que son a la vez vitales para el flujo de operaciones.
Ahora, de cara al impresionante desarrollo de la inteligencia artificial, el enfoque ha cambiado un poco. La idea de robots de compañía, presentada por compañías compañías como Hyundai, ASUS y hasta Samsung, de repente va tomando más forma en esta época.
Todo esto nos lleva a Physical Intelligence, una startup fundada este año y que recaudó 70 millones de dólares en capital semilla.
En tan solo unos meses, Physical Intelligence ha logrado ser valuada en 2 mil millones de dólares, logrando recaudar 400 millones de dólares adicionales en una reciente ronda de financiamiento en la que participation Jeff Bezos y OpenAI.
La apuesta de Physical Intelligence – y quizás la razón de su atractivo – es dotar se un cerebro general a los robots. Sin duda, esta es una idea alineada al concepto de superinteligencia que tanto se pregona.
Para que se entienda mejor la idea, a través de software, esta startup pretende durar de un cerebro base a los robots, sin importar cómo estén diseñados o conceptualizados.
Una vez tienen el cerebro instalado, lo que hará cada robot dependerá de su construcción y concepción, pues estos elementos juegan un importante papel en las habilidades que pudieran desplegar.
Lo que se propone Physical Intelligence no es tan fácil de lograr en la práctica, en parte porque se requiere de un conjunto de datos muy amplio sobre cómo operar en el mundo físico, y gran parte de esos conjuntos de datos no existe.
Ante la carencia, la startup ha estado compilando sus propios conjuntos de datos con ayuda de modelos de inteligencia artificial capaces de interpretar data visual.
Physical Intelligence demuestra sus puntos y objetivos con demostraciones de robots capaces de doblar ropa, retirar objetos de una mesa y aplanar cajas.
Por supuesto, esta no es la única propuesta que va en esa dirección, y a modo de ejemplo está Optimus, el robot que más de una ocasión ha sido mostrado por Elon Musk haciendo tareas poco convencionales para estas máquinas, entre ellas… doblar ropa.