¿Evoluciona la humanidad hacia un híbrido donde la inteligencia artificial personificada en robots de aspecto humano realista tiene una presencia cada vez mayor? ¿Será posible formar familias y hogares estables con parejas de este tipo? ¿Es esto algo deseable para la gente?
Todas estas preguntas tienen respuestas que varían según el punto de vista de cada cual. Así como Stephen Hawking advierte de los peligros de la inteligencia artificial, que eventualmente podría liquidar a la humanidad en su conjunto, hay otros, como Ray Kurzweil, que consideran un híbrido sería fantástico para potenciar la humanidad hacia futuro.
Estamos en una época en la que se habla de la posibilidad algún día de descargar nuestros cerebros en computadoras para vivir más allá de nuestro estado físico, un concepto conocido como trascendencia y que ya se ha visto en una película protagonizada por Johnny Depp. Asimismo se habla de un futuro en el que nanobots serán implantados en humanos para mejorar sus funciones cognitivas y corporales. Entre una cosa y otra no faltan cuestiones de intimidad, un tema omnipresente.
¿Cómo será el futuro en ese aspecto? Resulta que la tecnología está en todas partes, incluso en cuestiones de intimidad. Más allá de los juguetes divisados para los fines, hay una tendencia ahora mismo hacia aparatos que incorporan la última tecnología disponible, con sensores y todo, así como aplicaciones que prometen mejorar el desempeño cuando se está en pareja. Temas que sin duda no son adecuados para discutir en el trabajo o cerca de niños, pero es la realidad de estos tiempos.
Ahora resulta que dispositivos y aplicaciones no son suficientes. La gente quiere relaciones reales, y da la casualidad de que en estos tiempos de redes sociales e hiperconectividad la soltería parece ir en aumento. En Estados Unidos, por ejemplo, un estudio concluyó en septiembre 2014 que por primera vez desde 1976 había una mayoría de solteros en ese país (50.2%). La proliferación de servicios como Tinder es por igual un indicio del fenómeno.
¿Qué hacer entonces? Como últimamente resulta tan difícil mantener una relación armoniosa y estable, hay quienes han llegado a proponer robots para solucionar el caso. Las ventajas están a la vista: cero infidelidad, riesgo nulo de enfermedades venéreas y garantía de compañía constante. Por si fuera poco, la robótica ha avanzado tanto que ya se han visto ejemplares que fácilmente pasan por humanos.
¿Será este nuestro futuro? ¿Será que hemos “evolucionado” tanto que no somos capaces de entablar relaciones de calidad con otros seres humanos? Aún cuando la mayoría de los que lean este artículo respondan negativamente a una propuesta de este tipo, queda la evidencia de que hay muchas otras personas dispuestas a probar este nuevo tipo de relación, con todo y que abre el debate de cuestiones morales y éticas.
Hay una compañía en Estados Unidos, True Companion, que ya ofrece un robot para intimidad. Se llama Roxxxy y está provista de varias personalidades para que el usuario escoja la que más le gusta. Se trata de una muñeca anatómicamente correcta e interactiva que escucha, toca y deja entrever sus emociones.
Roxxxy está actualmente disponible en preorden a través del site de True Companion, donde el comprador tiene la libertad de elegir color de ojos, estilo de peinado, color de piel, maquillaje y otras características para una experiencia lo más personalizada posible. Al tratarse de una muñeca capaz de sostener una conversación fluida y comportarse como una verdadera pareja, Roxxxy no sale barata: el precio inicia en 6,995 dólares y puede llegar hasta 75,000 dólares.
Aún cuando la intimidad con sustitutos no es algo nuevo, siendo las muñecas inflables un ejemplo de ello, la existencia de Roxxxy y otras propuestas ha generado un grado tal de controversia que recientemente se lanzó una campaña contra este tipo de robots en el entendido de que atentan contra la dignidad de la mujer. Kathleen Richardson, antropóloga especializada en robots, considera usos sexuales tan solo apoyarían la noción de que las mujeres pueden ser tratadas como objetos (y prevé que el mismo tratamiento recibirán los hombres).
Ni siquiera en Asia, donde la robótica está sumamente avanzada, el tema es totalmente libre: para este mes de noviembre se iba a realizar una conferencia académica sobre amor y sexo con robots en Malasia, pero la misma fue cancelada hace unas semanas luego de que fuera declarada ilegal por las autoridades.
¿En qué quedamos, entonces? Solo el tiempo dirá qué rumbo toman las cosas. De momento están ahí los elementos para la sociedad híbrida que algunos plantean.