Ya se trate de interfaces más amigables, procesadores más veloces, equipos más compactos o inteligencia artificial que supera las expectativas, una cosa es segura: los avances tecnológicos son impresionantes y emocionantes, y eso aplica por igual a los que se dan por el lado de las telecomunicaciones e internet, la base indiscutible del mundo hiperconectado y globalizado de hoy.
En este ámbito, dominado por smartphones cada vez más potentes e internet inalámbrico que potencia tanto las comunicaciones individuales como aquellas que se dan entre objetivos -la famosa IoT o “Internet de las Cosas”, está por darse la transición hacia 5G, un nuevo estándar que promete velocidades de conexión mucho más rápidas que las de la actual 4G, conjuntamente con mayor estabilidad y mayores posibilidades de innovación.
5G, para que se tenga una idea de lo que viene, contempla en teoría velocidades de hasta 100 gigabits por segundo con un nivel de latencia muy bajo, ideal para un escenario creciente de objetos conectados que a su vez hacen posible los conceptos de hogares y ciudades inteligentes.
La mayor velocidad contemplada en 5G no solo dará abasto a los 20 mil millones de dispositivos conectados que se estiman para 2020, sino que además ofrecerá tiempos de descarga récord a consumidores de internet móvil y una oportunidad para desarrollar y comercializar innovaciones tan osadas como las llamadas holográficas, un recurso que se ha estado probando desde hace algunos meses en el tiempo real de la mano de compañías como Vodafone, Korea Telecom y Verizon.
Son futuristas y hasta llamativas, pero, ¿tiene futuro esta cuestión de las llamadas holográficas? Siendo el caso que durante décadas se ha estado tratando de hacer proyecciones tridimensionales -efectivamente hologramas- y que en 2018 esta industria se valoraba en 578 millones de dólares, la respuesta es sí.
Indicios ya los hay, y van más allá de Vodafone logrando una primera llamada en vivo en septiembre pasado: para 2023 se espera que este mercado crezca hasta alcanzar 2.3 mil millones, y es algo se que se logrará de la mano de compañías como Magic Leap y su reciente adquisición de la belga Mimesys, dedicada justo al tema de video volumétrico, que es como se conoce a la tecnología capaz de reproducir hologramas.
Aunque quizás no es muy conocida, Mimesys estuvo demostrando su tecnología de llamadas holográficas en CES 2019 a través de los kits de realidad mixta de Magic Leap. Las cámaras de profundidad RealSense de Intel son una pieza clave en todo el proceso, ya que estas son las que permiten recolectar y juntar metraje de manera local en una PC para luego hacer la transmisión del holograma al casco del usuario.
Es evidente que transmitir un holograma por el aire, sin importar distancia, requerirá no solo de una conexión estable, sino además de una velocidad que permita el oportuno envío de los paquetes de información que conforman la imagen tridimensional animada que es el holograma, y es aquí donde 5G viene a brillar y a prometer un futuro lleno de posibilidades que hasta ahora siquiera se han visto en películas como Star Wars.
Los hologramas no solo prometen llamadas a larga distancia más interactivas y emocionantes, sino que es un recurso que podría tener cabida en entretenimiento, sobre todo en el caso de artistas ya fallecidos. La idea, aunque podría lucir mórbida, no está alejada de la realidad: justo hace unos días representantes de la fenecida Whitney Houston anunciaron un concierto holográfico, y los mismos pasos parecen seguir los representantes de Amy Winehouse.
¿Te parece rara la idea de ver a tus artistas fenecidos en concierto? No se trata exactamente de una novedad: ya en 2012, específicamente en Coachella, se dio el caso con Tupac Shakur, y el show “Michael Jackson ONE” del Cirque du Soleil en Las Vegas emplea el mismo recurso.
Obviamente la tecnología ha cambiado mucho desde 2012 y lo que se veía como una imagen cruda, aunque realista, hoy podría engañar a la vista de manera muy convincente. Una conexión estable, a una velocidad adecuada y con poca latencia es el ingrediente que haría falta para que despegue una sociedad de hologramas.
El único problema es que esta novedad no viene sola: se hará acompañar de muchas cámaras- un elemento vital para captar y reproducir las imágenes-, kits para la cabeza y antenas, muchas de ellas, pues sin estas 5G no podría hacer lo que promete, y eso a su vez provoca una preocupación en el término de salud.
¿Qué pasará finalmente? Ya veremos. En Estados Unidos, pese a la controversia y rechazo de profesionales de la medicina que inclusive han presentado evidencia ante el Congreso, 5G está en fase de prueba, lo mismo que en Europa y Corea del Sur, donde supuestamente hubo un primer lanzamiento ya. Será cuestión de tiempo verlo por estos lados, aun cuando todavía tenemos un 4G que revierte a 3G según la zona y el proveedor.