A la hora de hacer compras online quizás el sitio más conocido y cómodo sea Amazon, pues ciertamente acepta compras desde cualquier lugar del mundo, siempre y cuando se tenga un medio de pago válido, y hace envíos internacionales, aunque resulta más efectivo usar servicios de courier con direcciones establecidas en Estados Unidos, ya que esto garantiza la llegada del pedido a tiempo y a costos razonables.
Amazon es un lugar donde aparece de todo: libros, música, ropa, electrónicos, herramientas, equipos deportivos, repuestos para carros, utensilios de cocina, comida, cosméticos, zapatos, artículos de decoración y un largo etcétera, con la ventaja de que los precios suelen ser muy competitivos y las condiciones de envío bastante favorables. Amazon no solo hace ventas directas sino que sirve de escaparate a tiendas particulares que ofrecen artículos a través de su website, como es el caso de Foot Locker.
Todos conocemos ya las ventajas y desventajas de hacer compras online, y conocemos también la reacción de los comerciantes locales ante el auge que ha estado tomando esa actividad entre los dominicanos, pero, al parecer, hay quejas en todos lados, inclusive en Estados Unidos. Cuando el comercio electrónico hizo su debut a mediados de los 90s, siendo Amazon uno de los pioneros, fue mucha la gente que expresó sus dudas respecto al éxito de esa clase de propuestas. Quince años después el panorama no puede ser más diferente: casi todas las tiendas tienen alguna presencia online y se estima que las ventas online representan el 5 por ciento de todas las ventas al detalle en Estados Unidos, de acuerdo a Forrester Research, que espera que para 2014 represente el 8 por ciento.
comScore, una reconocida compañía de investigación de marketing en Internet, informó hace unos días que las ventas online por concepto de Cyber Monday alcanzaron 1.25 mil millones de dólares, 22 por ciento más que el año pasado, mientras que el famoso viernes negro reportó 886 millones de dólares, una diferencia positiva de 26 por ciento con respecto al 2010. Significa entonces que las ventas online representan un sector en crecimiento, y la tendencia es mundial.
¿Llegarán a desaparecer los negocios tradicionales físicos? De momento no parece una posibilidad real, pero hay indicios de que habrá en el futuro cercano una lucha campal entre ventas online y ventas físicas. Con motivo de la temporada navideña, históricamente uno de las más activas a nivel comercial, han llamado la atención unas aplicaciones que se dedican a comparar precios para así dar la opción al comprador. Se trata de aplicaciones para smartphones que de momento funcionan en Estados Unidos, aunque tienen utilidad para cualquiera cuando hacen comparaciones a nivel de tiendas online.
De estas aplicaciones hay una que está causando cierto revuelo, y esta es Price Check, desarrollada por Amazon y disponible gratuitamente desde hace un año para usuarios de iPhone y ahora también para usuarios Android. Se trata de una aplicación que hace comparación de precios mediante lectura del código de barras del producto o simplemente tomando una foto del mismo, introduciendo el nombre o mencionándolo.
El problema, para los negocios físicos, es que para este sábado 10 de diciembre Amazon tiene una oferta especial: aquellos consumidores en Estados Unidos que vayan a una tienda física y usen Price Check pueden recibir una rebaja de 5% (limitado a un máximo de 5 dólares) si compran sus productos en Amazon, siempre y cuando se trate exactamente del mismo producto. Cada usuario puede aprovechar la oferta con un máximo de tres productos en las categorías de juguetes, electrónicos, DVDs, música y deportivos, para un ahorro total de 15 dólares.
En pocas palabras, Amazon, a través de Price Check, estará incentivando a la gente a realizar sus compras online, específicamente a través de su website, en detrimento de las tiendas físicas. Sin duda una estrategia agresiva que ya ha visto reacciones negativas de parte de la Asociación de Líderes de la Industria de las Ventas al Detalle (RILA por sus siglas en inglés) y que puede cambiar la dinámica de las compras en un futuro no muy lejano.
