¿Harto de los selfies? Al tratarse de una práctica extendida que hasta las gallinas lo hacen, no se culpa que haya dos o tres personas deseando que la moda llegue a su fin. Sin embargo, por mucho escándalo que se arme por tomarse estas fotos en funerales o por sacarles algún provecho promocional, tal parece que quedan selfies para rato, ahora facilitados de manera absurda por un espejo que hace todo el trabajo, cortesía de la agencia digital iStrategyLabs.
El espejo, llamado SELFIE, es un experimento que va en línea con los objetivos de la agencia, que vive inventando formas de interacción entre comunidades online y offline. El nombre del espejo son las siglas de “Self Enhancing Live Feed Image Engine”, lo que pudiera traducirse como motor de transmisión en vivo de imágenes realzadas de uno mismo, una cualidad que se cumple al exigir una sonrisa para tomar la foto y publicarla inmediatamente en Twitter.
Quienes están hartos del fenómeno de los selfies probablemente vean este experimento y les den ganas de llorar. Sin embargo, hay un par de puntos válidos que merecen ser resaltados:
- Como no hay que agarrar un teléfono y alejar los brazos, es probable que la foto resultante sea mucho mád natural y agradable que cualquier selfie de smartphone o phablet
- Sólo fotos sonrientes con SELFIE, lo que resultaría en una colección de fotos más agradable a la vista
- El mecanismo empleado es realmente ingenioso
Para desarrollar SELFIE el equipo de iStrategyLabs tomó un espejo de dos caras al que le integró luces LED controladas por Arduino y una webcam. El trabajo de reconocimiento facial corre por cuenta de una Mac Mini, todo debidamente oculto. Como parte del experimento se coloca en el piso una X que marca el punto exacto donde la persona debe pararse, y a partir de ahí tan solo tiene que sonreír para que el espejo tome la foto. Todo muy simple, ¿no? Las luces LED son usadas para dar efecto de conteo regresivo y simular un flash.
Aunque no hay intención de poner el SELFIE a la venta para fines comerciales, iStrategyLabs si planea facilitar estos espejos a negocios como bares, con la salvedad de que pueden ser útiles por igual en ambientes de negocios.
El experimento no solo explora una faceta diferente de los selfies, donde no hay que usar las manos y la imagen resultante es exactamente lo que vemos en el espejo, sino que puede dar pie a otros usos ingeniosos de la tecnología en espejos, aunque esto es algo que debe manejarse con cuidado por el potencial de voyeurismo que encierra.
