¿Hacia dónde se mueve el mercado de entregas a domicilio? Mientras en países como República Dominicana seguimos dependiendo de jóvenes motorizados que son expertos en volarse semáforos y cuantas leyes de tránsito encuentren a su paso, en Estados Unidos y Europa la tendencia es hacia automatización a más de un nivel.
La idea de personal contratado expresamente para realizar entregas, sean estas de comida, abarrotes o electrodomésticos, es una que además de salir costosa resulta poco productiva y eficiente en un escenario dominado por caos en el trásnito y pedidos que en ocasiones exceden la capacidad del personal asignado para los fines.
Bajo esta premisa es que se han propuesto robots como los estrenados por Just Eat hace alrededor de año y medio en Londres, pero las cosas, según se han podido ver en días recientes, va mucho allá de la logística de la simple entrega.
Una pregunta que vienen haciéndose compañías como Amazon, que realizan entregas a cualquier hora -sin averiguar si hay gente o no presente-, es cómo evitar los ocasionales robos de paquetes que se reportan cada cierto tiempo. Estos robos se dan por la costumbre de dejar paquetes frente a la puerta, o en el patio, a merced de cualquier intruso que esté pasando por ahí.
Gente oportunista la hay en todas partes, y es por eso que hace algunos meses la propia Amazon propuso entrar a las casas de sus clientes a dejar sus paquetes, todo bajo un ambiente controlado a través de una aplicación y video en tiempo real. El servicio, llamado Amazon Key, está actualmente disponible para usuarios Prime en ciudades y áreas selectas de Estados Unidos.
No es la idea más atractiva del mundo, y aun cuando los millennials probablemente se sientan cómodos por entender mejor que otras generaciones la situación planteada aquí, hay que decir la verdad: tampoco es la más adecuada o lógica.
Lo primero que llega a la mente al ver una propuesta como esta es que hay un potencial muy grande de que las cosas se salgan de control. Dar acceso a Amazon o a cualquier otra empresa para entrar al hogar y dejar paquetes deja abierta una brecha que puede ser aprovechada por delincuentes que previamente han estudiado el mecanismo y que han calculado tiempos y ángulos. De igual forma, es una posibilidad que los sistemas sean hackeados o que los mismos empleados de estas compañías actúen en componenda con malhechores. Las posibilidades son amplias en verdad.
Pese a los riesgos obvios asociados con esta idea, se están dando pasos en esa dirección, siendo uno de los más claros hasta la fecha la compra de Ring por parte de Amazon, que pasó nada menos que 1.1 mil millones de dólares. De su parte, Walmart, que parece siempre seguirle los pasos a Amazon, se asoció el año pasado con August Home para los mismos fines.
¿Qué hace a Ring tan especial? Sencillo: basta recordar que su principal producto es un timbre que integra video para ofrecer un extra de seguridad a los dueños del hogar, estén o no presentes. Es una forma de facilitar y expandir el plan de hacer entregas directo al hogar, sin necesidad de intervención humana pero asegurando a la vez un mínimo de control al usuario del servicio.
Walmart también quiere entrar a tu casa a dejar tus paquetes
Este tema de las entregas a domicilio es complejo y complicado a la vez. Hay una facilidad intrínseca asociada al concepto, pues de antemano se elimina la necesidad del cliente trasladarse físicamente hasta un lugar para recoger sus cosas, ahorrándole potencialmente tiempo y dinero.
El problema con las entregas a domicilio que ahora, con tanta movilidad y prisa que llevamos, apenas paramos en la casa, y ese es el reto que se busca superar con estas propuestas. ¿Funcionará? ¿Calará en el gusto de la gente? Solo el tiempo dirá.
Una forma de eliminar parcialmente el riesgo asociado a entrar directo al hogar es sustituir a quienes realizan las entregas por robots o drones, pero ese es otro tema que conllevará protestas, análisis y, por supuesto, una cuatiosa inversión. Por inverosímil que parezca esta idea, no se pone en duda que las cosas vayan por ese camino.
