La nomeclatura en televisores puede resultar confusa, sobre todo cuando se habla de paneles LCD, LED, OLED y QLED, nombres que en cierto modo son similares.
Empecemos por lo más sencillo: LCD son las siglas de “Liquid Crystal Display”, una tecnología que presenta las imágenes al iluminar el panel desde atrás.
La iluminación trasera en pantallas LCD viene dadas por luces LED en la actualidad, siendo estas las siglas de diodos emisores de luz. Si bien ahora mismo son la norma, años atrás no era al caso: esta iluminación era provista por cátodos de luz, los cuales, al contener mercurio, no se consideraban del todo seguros.
Una parte fundamental del funcionamiento de un televisor LCD es la polarización, fenómeno que hace referencia a la dirección en que oscilan las ondas de luz. Las pantallas de este tipo usualmente tienen dos polarizadores separados por estructuras de cristal líquido que hacen la función de interruptor en lo que respecta a la visualización de las imágenes.
Hay distintos tipos de paneles LCD en el mercado, casi siempre haciendo referencia a la disposición del cristal líquido: TN (Twisted Nematic o nemática torcida), VA (Vertical Alignment o alineación vertical), IPS (In-Plane Switching) y QLED (puntos cuánticos). Esta última conforma la nueva serie de paneles 8K presentados por Samsung en IFA 2018.
OLED, las siglas en inglés de diodo emisor de luz orgánica, es un tipo de tecnología que prescinde de la polarización para hacer su trabajo: aquí cada píxel se enciende de su cuenta según el voltaje aplicado.
Color y brillantez en paneles OLED son determinados por el diodo emisor y por el voltaje aplicado. Este enfoque resulta en excelente contraste y en menor borrosidad por persistencia, que es cuando quedan residuos de imágenes anteriores por exposición prolongada.
Los paneles OLED son igualmente flexibles, por eso se mencionan al hablarse de futuras pantallas que podrían doblarse. Sin embargo, esta tecnología es considerablemente más costosa que LCD, siendo esta una de las razones por las que el iPhone X vale mil dólares.
Si bien las pantallas OLED superan a las LCD en contraste, para gamers las segundas podrían ser una mejor opción por el tema de la tasa de refresco, que es mayor en estos casos. Para que se tenga una idea, mientras que un modelo OLED no sobrepasa los 90Hz existen paneles LCD TN que llegan a 240Hz.
Otro punto donde LCD supera a OLED es en capacidad de brillo, y esto precisamente hace a esta tecnología un mejor candidato para aprovechar las ventajas de HDR -las siglas de High Dynamic Range-, una tecnología que ofrece mejor contraste, mayor nivel de brillo y una paleta de colores aumentada para un efecto más realista de la imagen.
Por último, al hablar de OLED es común ver el término AMOLED, siendo estas las siglas de “active-matrix organic light-emitting diode” o , lo que es lo mismo, OLED de matriz activa. Su uso generalmente está reservado a pantallas de gran tamaño porque lo que hace es añadir una capa semiconductora al panel OLED que permite que cada píxel se ilumine con mayor rapidez.