Hacer streaming en vivo de cualquier evento es tan fácil como descargar una aplicación, tomar el smartphone o tableta y convocar a la audiencia a través de plataformas sociales como Facebook y Twitter.
Analizando el fenómeno
Los avances tecnológicos y las mejoras a nivel de conexiones wi-fi y similares han permitido dejar atrás complicados procesos que implicaban la contratación de servicios de satélite y el uso de convertidores, transmisores y cámaras especiales.
Toda esta revolución a nivel de streaming personal de video ha venido por una razón: en el mundo online y digital el video es rey, aún cuando inicialmente las redes giraban en torno a las fotografías. Incluso cuando no era común compartir videos se daba la situación de que un GIF llamaba más la atención que una foto tradicional y estática.
La movida online hacia videos se evidenció con la llegada de servicios como Vine, impulsada en parte por las capacidades mejoradas de smartphones a nivel de cámara y por las facilidades de las redes para compartir esos materiales. Videoconferencias, videochat, hangouts. Todo forma parte una tendencia natural a preferir una experiencia con movimiento sobre una estática.
De Vines pasamos entonces a servicios como Meerkat y Periscope, este último comprado por Twitter y asociado intrínsecamente a esa red social. Ya estos son servicios que permiten conectar con una audiencia amplia ya hacer una transmisión en vivo vía smartphone de cualquier evento, sea social, público o personal.
Streaming en vivo en redes sociales
En cierto modo podría decirse que Periscope sacó de circulación a Meerkat, que inicialmente se apareaba a Twitter, por un asunto de derechos de uso y fuerza, pero el servicio -quizás la primera aplicación de streaming móvil en vivo- aún existe y continúa innovando. Aun cuando hace meses se alió a Facebook, su popularidad se vio afectada por disputa Twitter.
Hasta ahora la aplicación mejor posicionada para hacer streaming en vivo, la que suele llegar de primero a la mente, es Periscope. El primer requisito es tener una cuenta Twitter, lo cual no debe causar sorpresa alguna. La herramienta ofrece vías para notificar a la potencial audiecia de una transmisión y por igual permite suscribirse a canales dentro de la plataforma.
Como este asunto del streaming en vivo va tomando cada vez más fuerza, Facebook se ha unido al fenómeno con Facebook Live Video, que permite hacer transmisiones en vivo a través de esa plataforma. Inicialmente la función solo estaba disponible para páginas verificadas, pero desde finales de enero 2016 está disponible para todo tipo de personas en Estados Unidos a través de iPhone. A lo largo de las próximas semanas la disponibilidad será global.
Hasta YouTube ofrece la posibilidad (en beta) de compartir video en vivo con los seguidores, solo que en este caso ya se trata de algo más complejo porque hay que instalar software de codificación para enviar el material desde ahí. Ya para streaming de calidad profesional está Livestream, disponible desde 2007 y con varios planes a a elegir, siendo el más económico 42 dólares por mes.
¿Cuál es la mejor opción? Siendo el caso que casi todos estos servicios están asociados a una red particular, la respuesta dependerá hasta cierto punto de la clase de público que se tenga en cada una y la clase de interacciones que se busque generar. Quizás el mejor enfoque sea usar dos de ellas simultáneamente, pero, además de trabajoso, puede resultar en sobreexposición, y eso nunca será deseable.
ACTUALIZACION: en marzo 2016 Meerkat anunció un reenfoque que convertiría al servicio en una plataforma social de videos donde todos los participantes están en vivo. A los servicios vistos en este artículo se han unido otros como Snapchat y Blab, que permite hacer transmisiones en vivo con hasta cuatro participantes.