De entrada, vamos a responder la pregunta obligada: maglev es la forma resumida de “magnetic levitation”, es decir, levitación magnética, la misma tecnología usada por el tren bala de Japón y una de las bases del propuesto Hyperloop de Elon Musk.
En un sistema maglev el elemento central son magnetos que permiten al medio de transporte, ya sea un tren o un ascensor, como propone el fabricante alemán ThyssenKrupp, deslizarse por una plataforma especialmente construida sin nunca entrar en contacto con el suelo, proporcionando levitación y propulsión.
En el caso de trenes, como se ha visto en Japón, el resultado es un sistema de transporte superrápido y eficiente. ¿Cómo funcionaría esto en el caso de los ascensores? Básicamente un ascensor maglev, según la visión de ThyssenKrupp, permitiría una forma más eficiente de moverse a lo interno de grandes edificios, ya que con esta tecnología, al prescindirse de cables y montacargas, el ascensor puede moverse tanto en forma horizontal como vertical. Inclusive, en lugar de un solo ascensor en una plataforma podría haber varios circulando a la vez, en el mismo espacio.
Para probar el concepto, que se señala tiene similitudes con el ascensor utilizado por Willy Wonka en la película original, ThyssenKrupp está construyendo en la ciudad de Rottweil, Alemania, una curiosa torre de 807 pies de largo que contempla rematar cada plataforma de ascensor con un techo de cristal. Los planes son terminarla a finales de 2016, que es cuando empezarían las pruebas del nuevo sistema de ascensor, llamado Multi.
¿Por qué Multi? Según la visión de la compañía, un sistema de ascensores Maglev permitiría a los arquitectos expandir los edificios hacia arriba de manera casi infinita, así como jugar con los espacios y revitalizar el paisaje urbano con edificios que conectan entre sí y de estructuras más flexibles y/o dinámicas. El hecho de que los ascensores no entran en contacto con las paredes de la plataforma significa que habría menos fricción, resultando en un recorrido más fluido y rápido. Según la compañía, los ascensores deben recorrer cinco metros por segundo, lo que resultaría en tiempos de espera de 15 a 30 segundos apenas.
¿Es necesaria esta reinvención del ascensor que propone ThyssenKrupp con maglev? La compañía ofrece algunos datos que hacen que la idea resulte sumamente atractiva: en la ciudad de Nueva York se ha calculado que los trabajadores duran colectivamente una media de 16.6 años anualmente en espera de un ascensor. Asimismo, la permanencia anual dentro de ascensores asciende acolectivamente a 5.9 años. Reducir estos tiempos tiene un impacto directo sobre la productividad.