¿Beberías agua destilada de tu propia orina? Esto proponen investigadores de la Universidad de Cornell para poder alargar las caminatas de astronautas que participan en misiones espaciales.
La clave sería un nuevo traje espacial diseñado con un mecanismo que recolecta la orina y la pasa a una unidad de filtración por ósmosis en dos pasos que está contenido en la mochila y que opera con baterías.
Una vez reciclada la orina y convertida en agua potable -con una eficiencia de 87 por ciento- esta es enriquecida con electrolitos y trasvasada a una bolsa para bebidas integrada en el propio traje.
La idea es mantener hidratados a los astronautas y, a la vez, reducir la incomodidad asociada a los trajes actuales, los cuales están equipados con piezas absorbentes para casos en que no haya acceso a facilidades sanitarias.
La pieza absorbente en estos trajes espaciales es como tener varias capas de pañales, y si bien hace su trabajo de absorber esos desechos, tiene el potencial de provocar problemas higiénicos y hasta de salud al astronauta.
Otro propósito con el traje es alargar la duración de las caminatas. De momento, el máximo son 7 horas lejos de las facilidades sanitarias de la estación espacial. Con el traje propuesto, podrían extenderse a 10 horas.
La recolección y purificación de 500 mililitros de orina toma apenas 5 minutos. La idea podría lucir algo extraña, pero astronautas a bordo de la Estación Espacial Internacional (ISS) de por sí consumen agua recilada a partir de la orina.
El prototipo de este nuevo traje, que toma inspiración de la película Dune, ya está listo para ser probado en un escenario simulado.
