Según gente como Elon Musk y Jeff Bezos, el futuro de la humanidad dependerá de la colonización exitosa de otros planetas o, incluso, de la Luna, porque lo cierto es que la Tierra nos está quedando corta.
Podrá parecer una exageración, pero es un hecho irrefutable que la Tierra está en la actualidad sobrepoblada, con recursos que se hacen cada más escasos.
Visto así, no es de extrañar que en tiempos recientes se haya reactivado una especie de carrera espacial que está siendo protagonizada por millonarios como los ya mencionados
Musk, a través de su compañía SpaceX, es uno de los principales proponentes de la colonización marciana, siendo esta la meta que impulsa en gran medida todo lo que allí se ha venido desarrollando.
Aunque para muchos SpaceX es sinónimo del servicio de internet satelital Starlink, es importante recordar que esto es tan solo una subsidiaria y que el verdadero norte de SpaceX son los cohetes y aeronaves espaciales.
Muestra de ello es que SpaceX y su vehículo de lanzamiento Falcon 9 son parte integral de la misión privada Polaris Dawn, la cual pretende en este verano orbitar la Tierra por cinco días con la finalidad de recolectar información e investigar aspectos cruciales para futuras colonizaciones espaciales.
Como parte de los preparativos, y porque Polaris Dawn contempla caminatas espaciales, SpaceX estuvo presentando en estos días su nuevo traje para actividad extravehicular.
Es decir, este traje podrá ser usado por los astronautas fuera de la nave espacial Dragón para poder cumplir los objetivos al llegar a la órbita terrestre.
Se prevé que los cuatro astronautas privados de la misión Polaris Dawn estarán a 700 kilómetros por encima de la Tierra, lo más alto que se h llegado a bordo de Dragón.
Además se proveer una oportunidad para probar estos trajes, reforzados para manejo térmico y optimizados para movilidad, Polaris Dawn estará probando las comunicaciones basadas en láser de Starlink en el espacio.
Asimismo, se estarán estudiando los efectos de los vuelos espaciales y de la radiación espacial sobre la salud humana, con especial énfasis en embolias gaseosas venosas y síndrome neuroocular asociado a vuelos espaciales.
Ambas situaciones de salud son un potencial riesgo que debe estudiarse a profundidad de cara a los planes de colonización espacial.