El gran agente disruptivo de este 2020 no ha sido alguna tecnología extravagante o gadget a juego, sino un microscópico virus que ha demostrado no solo ser devastador para los afectados, sino truculento en su forma de actuar y responder a medidas de prevención y posibles tratamientos para combatirlo.
Hablamos, por supuesto, de COVID-19, el virus en el centro de una pandemia en la que al día se contabilizan más de 18 millones de infectados en todo el mundo, con economías destruidas a escala personal, local y general y una cotidianidad que se ha convertido en una “covidianidad” que no termina de convencer o agradar a muchos.
En el término de empresas, negocios y hasta gobiernos, COVID-19 ha representado una encrucijada en la que estos actores o bien se adaptan o corren el riesgo de desaparecer o fallar por no contar con la agilidad y visión suficientes.
Para poder enfrentar la pandemia, y de cara a la nueva realidad pospandemia, la transformación digital ha sido el recurso más implementado, a veces sin plena consciencia de que eso es justamente lo que se está haciendo cuando se implementan modalidades de trabajo remoto, procesos online y otras facilidades que van acorde a las normativas de distanciamiento social.
Transformación digital es mucho más que simplemente implementar tecnologías y un enfoque digital, siendo uno de los puntos más delicados aquel que tiene que ver con la ciberseguridad, sobre todo cuando estos cambios se implmementan con la celeridad que ha venido demandando la situación.
Una conferencia sobre el tema realizada a finales de julio por VU Security, empresa con operaciones en 25 países dedicada a la prevención del fraude y la protección de la identidad, definió a la ciberseguridad como un elemento clave para inclusión social y financiera en estos tiempos dominados por COVID-19, extensivo a tiempos más normales, pues cuando no hay seguridad no hay garantía de nada.
Esta conferencia, realizada de manera virtual en atención a la situación, conectó a más de 600 personas durante su transmisió simultánea en Estados Unidos, Amérca Latina y España. En la misma expusieron representantes del BID Lab, Microsoft, Telefónica y Falabella.
La transformación digital acelerada por COVID-19 no solo es necesaria, representando de hecho oportunidades a varios niveles, sino que encierra sus retos, sobre todo en lo que respecta a la identidad digital y prevención de ciberataques. Al respecto, Sebastián Stranieri, CEO y fundador de VU, comenta que el futuro llegó de golpe, poniendo a prueba la resiliencia de los negocios y haciéndose acompañar de ciberatques y amenazas, elementos que han aumentado 80 por ciento en los últimos meses.
Para Stranieri, el norte de los cambios siempre debe ser la simplificación de la vida de los usuarios. Puso como ejemplo el caso de la Caja de Prestaciones Sociales de Bolivia, donde VU y Microsoft aportaron el servicio de identidad digital que permitió a miles de ciudadanos recibir una ayuda económica por el impacto de la pandemia.
A futuro, la diferencia la marcarán los que puedan aliarse a la tecnología reduciendo el riesgo para los ciudadanos. Para esto, es prioritario madurar el sistemna de identidad digital para que cada persona pueda operar sin tener que recordar una frase compleja o recurrir a un sistema externo, así como proteger los accesos de los usuarios a los recursos de la compañía. Un ejemplo claro de buenos resultados es RENAPER en Argentina con el Sistema de Identificación Digital, impactando a más de 9 millones de usuarios.- Sebastián Stranieri, CEO y fundador de VU.
El papel de la innovación digital y la ciberseguridad en la inclusión social fue el aspecto central abordado por Irene Arias Hofman, CEO de BID Lab, el laboratorio de innovación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) que apoya proyectos y emprendimientos experimentales que impactan a gran escala a las poblaciones en situación vulnerable.
Arias Hofman explicó que la inversión es una respuesta a las nuevas necesidades y la creciente demanda de innovación que la organización observa en temas de salud, educación y servicios financieros, y destacó el papel de la ciberseguridad “para tener una región más inclusiva y resiliente”.
Estamos viendo necesidades y demandas nuevas. Actualmente sólo cinco países tienen un marco de ciberseguridad y ahora todos se han dado cuenta que la conectividad digital no es algo opcional; sino un servicio básico.- Irene Arias Hofman, CEO de BID Lab
Por su parte, Diego Bekerman, General Manager de Microsoft para América Latina y el Caribe, resaltó el valor que tienen las alianzas entre el sector público y privado para generar impactos sociales perdurables. Al respecto dijo que uno de los aprendizajes del actual contexto es la necesidad urgente de atender cuestiones vinculadas a la securitización de los datos para reducir las vulnerabilidades
Francisco Oteiza Lacalle, Global PM in Identity en ElevenPaths, empresa de servicios de ciberseguridad de Telefónica, hizo hincapié en los desafíos de lograr una gestión eficiente de la identidad y los accesos en el mundo de los negocios. Comentó que generalmente las empresas salen a buscar tecnología, pero el primer paso es que entiendan sus necesidades y sus requerimientos en función de las respuestas que tienen que dar a clientes y usuarios.
La conferencia concluyó con un conversatorio entre Stranieri y Leonardo Di Nucci, CIO de Falabella Financiero, quien destacó decisiones que fueron positivas en su compañía, presente en varios países, y remarcó los cambios acelerados que están habiendo en la región en materia de regulaciones.