¿Afán de poder o interés real? De repente, el expresidente estadounidense Donald Trump, quien aspira a alcanzar un segundo mandato en las venideras elecciones de noviembre en ese país, está a favor de las criptomonedas.
Par de años atrás, incluso siendo mandatario, Trump estaba totalmente opuesto a las criptomonedas, llegando a ordenar una persecución contra bitcoin por fraude y declarando en más de una ocasión que estos eran activos volátiles y sin respaldo alguno.
En junio de 2021, estando ya fuera de la presidencia, Trump declaró a Fox Business que bitcoin luce como un engaño y que su deseo es que el dólar sea la moneda del mundo.
Hoy, de cara a unas elecciones en las que aparenta tener cierta ventaja sobre su rival demócrata, ese discurso se ha volteado por completo.
A propósito de su participación en la convención Bitcoin 2024, realizada en Nashville a finales de julio, Trump declaró que, de ganar las elecciones, convertiría aEstados Unidos en el lider mundial de las criptomonedas.
Asimismo, se comprometió a finalizar la persecución contra la criptoindustria y a adoptar un enfoque probitcoin.
Para justificar este cambio de visión, Trump aduce que si Estados Unidos no abraza la criptotendencia, entonces otros países -como China y Rusia- darán el salto y, en consecuencia, pasarán a ocupar una posición dominante.
Un mundo dominado por China, según la visión de Trump y deEstados Unidos en términos generales, es simplemente inaceptable, siendo esta la razón por la que hay una marcada persecución contra compañías chinas como Huawei y TikTok.
Esto parece explicar las cosas, pero también existe la posibilidad de que Trump esté buscando votos dentro de la criptocomunidad para así ir aumentando su ventaja percibida. Que esto se materialice en las urnas ya es otra historia.
Prueba de que esto podría ser una jugada política es que, según reportes, el equipo de Kamala Harris, quien sería la contrincante de Trump por el Partido Demócrata, también está efectuando acercamientos hacia la comunidad cripto.
Todo esto es plausible, pero la más curiosa explicación del repentino interés de Trump en los criptoactivos la ofrece Bloomberg al afirmar que unos NFTs (Non Fungiblers Tokens) con su imagen fueron suficientes para enamorarlo.