Han pasado casi seis meses desde el momento en que Elon Musk puso en manos de los usuarios de Twitter la decisión de permanecer o no como CEO de Twitter.
La histórica votación, donde más de la mitad dijo NO al nuevo dueño de Twitter, vino acompañada de una promesa que hoy, por fin, se cumple: Musk acataría lo que la mayoría decidiera.
Demostrando ser un hombre de palabra, aún si se tomara su tiempo, Musk anunció el jueves 11 de mayo que ya tenía la persona que le sustituiría en el cargo, sin ofrecer detalles concretos al respecto.
Este viernes 12 de mayo se supo, confirmado por el propio Musk, el nombre de su sustituto: se trata de Linda Yaccarino, líder de ventas de publicidad de NBCUniversal, de donde ya renunció.
Dado el caos en que se ha convertido Twitter desde que Musk adquiriera la compañía y asumiera el mando, es fácil regocijarse ante el prospecto de una nueva CEO que tiene experiencia en el tema de anuncios y publicidad, algo que la plataforma necesita urgentemente para mejorar sus finanzas y estabilizarse.
Vale preguntarse, sin embargo, si ya es muy tarde para Twitter detener lo que parece ser una caída imparable al abismo, provocada por Musk y sus decisiones impulsivas, incluso desde antes de materializarse la compra.
I am excited to welcome Linda Yaccarino as the new CEO of Twitter!@LindaYacc will focus primarily on business operations, while I focus on product design & new technology.
Looking forward to working with Linda to transform this platform into X, the everything app. https://t.co/TiSJtTWuky
— Elon Musk (@elonmusk) May 12, 2023
Un detalle que llama la atención en el tuit de Musk sobre la próxima llegada de Yaccarino en su rol de CEO es la afirmación de que juntos trabajarán para transformar en Twitter en X, una plataforma “para todo”.
Es importante recordar que, previo a este episodio, Twitter, Inc. fue absorbida por X Corp., tal como dejaron entrever unos documentos legales en un juicio contra Musk. Fiel a su estilo, el dato fue luego confirmado más adelante por el propio Musk en un tuit.
Significa, entonces, que la llegada de Yaccarino no cambia nada. Los planes de sustituir Twitter por una plataforma a la medida de los caprichos de Musk siguen más que vigentes, y es simplemente cuestión de tiempo que nos despidamos de una plataforma que siempre se diferenció por ser más útil que las otras y demos la bienvenida a “X”.
Entonces, no. la llegada de Yaccarino no significa el fin de la impulsividad y excentricidad de Musk. Ahora es que falta.
