En 2013, cuando Elon Musk era visto como una figura tan mística como visionaria en el ámbito tecnológico, salió una idea de su cabeza que dejó a más de uno alucinando: hyperloop, un sistema de transporte de alta velocidad que implica cápsulas de pasajeros y un sistema de tubos sellados con baja presión de aire.
De acuerdo con la idea plasmada, hyperloop, alcanzando una velocidad máxima de aproximadamente 760 millas por hora, podría reducir las 6 horas que toma manejar de Los Angeles a San Francisco en California a un recorrido de apenas 30 o 35 minutos.
El atractivo de la propuesta es innegable, y es así como la idea del hyperloop no tardó en arrancar, con al menos dos compañías conformándose para los fines, ninguna de ellas asociada a Musk o sus empresas. Una de las más conocidas y mejor financiadas, Hyperloop One, cesó operaciones en diciembre de 2023, no sin antes hacer un fallido intento de reinvención.
Motivado por la imperiosa necesidad de resolver el tema de los tapones a nivel global, y así convertirse en el héroe favorito de todos, Musk también se metió en el jueguito del hyperloop, fundando en 2017 la Boring Company, esencialmente una compañía para cavar túneles y así ejecutar la visión de Musk de un sistema de transporte subterráneo que complemente lo ya conocido y que ofrezca acceso a una solución tipo hyperloop por esa vía.
De momento, y tras haber recaudado alrededor de 900 millones de dólares a lo largo de su existencia, los trabajos de excavación de Boring se circunscriben a Las Vegas, Nevada, donde el plan es contar con 68 millas de túneles para ejecutar la visión de Musk y el hasta ahora elusivo hyperloop.
Por aquello de que las ideas siempre lucen bien en papel, no tanto así en la ejecución, el desarrollo del hyperloop en Las Vegas ha sido largo y tedioso, contándose en la actualidad con alrededor de 8 millas de túneles, de los cuales 4 millas son funcionales, aprovechados por lo general por quienes asisten a las muchas conferencias que se llevan a cabo en esa ciudad, incluyendo CES, el más grande e importante de los eventos tecnológicos.
Tal como sugiere su nombre, lo que hace Boring Company es bastante aburrido, y evidencia de ello es, más allá del nombre, el conjunto de ideas absurdas derivadas del proyecto que han servido para llamar la atención y general algo de dinero. Estamos hablando de una compañía que tiempo atrás causó cierto entusiasmo al vender sus propios lanzallamas, así como un perfume unisex con aroma bastante peculiar.
Al día de hoy, es poco lo que se habla de Boring Company. Además de escándalos y controversias, el nombre Musk suele asociarse a Tesla, SpaceX, xAI o, incluso, X. Raras veces se menciona a Boring Company, y eso puede ser un indicio negativo.
En pocas palabras, hyperloop dista de ser una realidad tangible, y la razón es fácil de inferir: es un proyecto ambicioso que requiere de muchos recursos y del apoyo y participación de las autoridades. Los problemas del mundo no se resuelven porque venga un visionario a proponer lo que en el papel luce fantástico porque en la ejecución es que está el meollo del asunto.
