¿Con cuantas tarjetas de crédito te manejas en el mes? Dependiendo del sitio donde vivas, es posible que el efectivo sea algo raras veces utilizado, por tanto quizás una sola tarjeta no te basta por un tema de límites y fechas de corte. A esta realidad se suman atractivas ofertas de bancos que a veces se afilian a comercios que frecuentamos y es así entonces cómo terminamos con 3, 4 y hasta más tarjetas en la billetera, algunas de ellas sin usar.
Parece contraproducente, pero el mundo de hoy, con su abundancia de servicios móviles o virtuales y la facilidad de hacer cualquier cosa online, requiere de una forma de pago más sencilla y directa que el dinero en efectivo, y la paradoja está en que hasta las tarjetas -en su forma física, al menos- también están en peligro de ser sustituidas por versiones virtuales y totalmente móviles.
El panorama descrito explica y justifica la existencia de billeteras virtuales como las que ofrecen Apple y otros fabricantes de dispositivos móviles desde hace algún tiempo. Es también la razón detrás de ciertas innovaciones como la Apple Card que presentó Apple en marzo pasado como parte de un nuevo enfoque orientado a servicios que fue anunciado a finales de 2018.
La Apple Card, tal como sugiere su nombre, es en efecto una tarjeta de crédito, solo que la misma dista mucho en aspecto y funcionamiento del concepto que conocemos al día de hoy. Para empezar, se trata de un producto mayormente virtual que se hace acompañar de una contraparte opcional de titanio que no tiene número impreso, fecha de expiración o código de seguridad.
El hecho de que Apple esté incursionando en productos financieros fue causa de escepticismo en marzo pasado, pero, por supuesto, el fabricante no ha asumido el reto por su cuenta: su aliado en esta aventura es Goldman Sachs, la entidad que se encargará de aprobar las aplicaciones y la responsable igualmente de la infraestrucutra subyacente, incluyendo procesamiento de transacciones.
Apple Card formará parte intrínseca del iPhone, y eso pone a muchos a dudar respecto a la factibilidad de la tarjeta, pues lo cierto es que siempre existe el riesgo de que el teléfono se pierda o sea robado, lo que automáticamente deja al usuario en vulnerabilidad. De rodas formas, el proyecto va en serio y ya ayer inició su despliegue inicial en Estados Unidos, donde un grupo seleccionado al azar recibió su invitación para aplicar para una de estas tarjetas.
Como parte de este este despliegue inicial solo aquellas personas que se apuntaron para recibir actualizaciones respecto a los avances y posterior disponibilidad de la Apple Card estarán recibiendo la invitación para unirse a la nueva tarjeta. Aun cuando la idea es que este producto resulte accesible al universo de usuarios Apple, existe la posibilidad de que la aplicación sea rechazada. Este proceso corre por cuenta de GoldmanSachs e implica un chequeo de crédito en TransUnion.
Conjuntamente con la invitación a aplicar por una Apple Card llega la opción de solicitar la contraparte de titanio, la cual es enviada por correo físico al cabo de unas semanas. Al igual que cualquier otra tarjeta de crédito, esta deberá activarse, pero aquí el proceso es simplificado: el sobre en el que llega tiene una etiqueta de NFC, por lo que basta con acercar el iPhone para que se complete el proceso. Esta tarjeta se puede usar sin el iPhone cerca, pero no soporta pagos sin contacto.
Tratándose de un producto Apple, la Apple Card ha sido diseñada con facilidad de uso en mente, y parte de su atractivo es justamente la forma simplificada y puntual en que presenta las compras e historial de gastos para así ayudar al usuario a tener mejor control de sus finanza. Apple garantiza que los datos de compras realizadas con esta tarjeta, aun cuando pasen por las manos de Goldman Sachs, serán estrictamente privados, lo que significa que no se venderán a terceros para fines de publicidad y otras acciones.
Igualmente Apple Card contempla un sistema de recompensas que devuelve 3 por ciento de cualquier transacción Apple, 2 por ciento de cualquier transacción Apple Pay y 1 por ciento de cualquier transacción con la tarjeta física. La ausencia de honorarios es otro punto a favor.
La gran pregunta: ¿te aventurarías a usar este producto? Deja tu parecer en la sección de comentarios.