¿Realmente sale tan caro el desarrollo de la inteligencia artificial? Esa es la narrativa a la que nos tienen acostumbrados desde hace ya más de dos años compañías como OpenAI y Microsoft, su principal socio.
Para poner las cosas en perspectiva, para este año Microsoft anunció una inversión de 80 mil millones de dólares en infraestructura IA, mientras que Meta habló de una inversión de 65 mil millones de dólares para expandir sus esfuerzos en ese ramo.
Por supuesto, no podemos olvidar que un año atrás se reportó que Sam Altman, CEO de OpenAI, estaba buscando recaudar 7 billones de dólares para impulsar los avances y redefinir el panorama de la inteligencia artificial a nivel mundial
Estamos hablando de cifras relevantes e importantes que dan una idea de lo costoso y demandante que es este desarrollo, donde procesadores cada vez más potentes y especializados representan parte vital de la inversión en conjunto con la electricidad.
¿Es realmente tan costosa esta tecnología? Un vistazo a lo que ha estado haciendo Nvidia, la compañía que hasta ahora lleva el liderazgo en esos procesadores o chips, parece corroborar la especie, pero las apariencias a veces engañan.
Par de días atrás, como el que no quiere la cosa, salió una startup china con una solución avanzada de inteligencia artificial que rivaliza con versiones estadounidenes de esta tecnología a ese nivel que ya conocemos.
Estamos hablando de una solución basada en modelos amplios de lenguaje que ofrece funcionalidades tipo ChatGPT y que aspira, al igual que OpenAI y otros, a alcanzar un estadio de inteligencia artificial general (AGI) o superinteligencia.
Siendo el caso que llevamos desde 2022 hablando de todo esto, ¿cuál es la novedad de que haya salido una propuesta china? De entrada, se trató de un desarrollo sumamente rápido y, lo mejor, “barato”.
DeepSeek, la startup china que puso este lunes a temblar a todo Wall Street, fue fundada en abril 2023 por Liang Wenfeng, cofundador de High-Flyer, un fondo de cobertura cuantitativo chino enfocado en inteligencia artificial.
Podría decirse que DeepSeek era un proyecto secundario que surgió de la unidad de investigación de ese fondo de cobertura, siendo uno de sus intereses alcanzar la anhelada AGI.
En menos de dos años, DeepSeek, con una inversión de apenas 5.6 millones de dólares, logró igualar -aparentemente- a OpenAI y demás compañías del ámbito estadounidense de la inteligencia artificial, hazaña que pone muchas cosas en entredicho.
De entrada, ¿sigue siendo Estados Unidos el líder indiscutibe en cuestiones de inteligencia artificial a nivel global?
Hasta hace unos días, no se pensaba en China en términos de esta tecnología, sobre todo que, como forma de parar sus posibles avances, Estados Unidos impuso una prohibición sobre la exportación de chips IA de alta potencia a ese país.
Significa, entonces, que DeepSeek trabajó con procesadores de menor potencia y desempeño o, en su defecto, trabajó con chips desarrollados directamente en China que rivalizan con los que ofrece Nvidia en la actualidad.
Todo esto pone en perspectiva las absurdas cifras que tiran personajes como Sam Altman en lo que respecta al desarrollo de la inteligencia artificial, y es por eso que los mercados reaccionaron de muy mala manera ante el surgimiento de este imponente rival chino.
Este lunes, por ejemplo, el índice Nasdaq, donde la industria tecnológica ocupa un lugar prominente, cayó 3.1 por ciento. S&P 500, por su parte, cayó 1.5 por ciento.
Las acciones de compañías tan prominentes como Meta y Alphabet cayeron considerablemente, extendiéndose la racha hacia jugadores como Oracle, NuScale, Vertiv y TSMC.
La que recibió en golpe más duro fue Nvidia, pieza clave en todo este desarrollo de inteligencia artificial y del prospecto de que el mercado en torno a esta tecnología puede llegar a generar ingresos por el orden del billón de dólares dentro de 10 años.
Este lunes, gracias al terremoto DeepSeek, Nvidia perdió 589 mil millones de dólares de su valor de mercado, el descenso más marcado registrado en un solo día, más que duplicando el récord establecido por Meta tres años atrás.
En cuestión de horas, Nvidia pasó de ser la compañía más valiosa del mundo a la tercera, por debajo de Apple y Microsoft. Tal es el poder la percepción y especulación en los mercados, los cuales son siempre demasiado caprichosos.
¿Será verdad que una startup china logró la hazaña de desarrollar una solución IA accesible, de fuente abierta y relativamente fácil de usar a una fracción del costo registrado por gigantes como OpenAI? Eso es lo que tiene a los mercados temblando.
Al final del día, ¿vale la pena tanta angustia por una tecnología cuyos efectos aún no se conocen ni se vislumbran del todo? Quizás sea momento de detenerse y reflexionar más allá de comercio y ganancias.
En el despelote de hoy, hasta las compañías de energía salieron perdiendo, pues es bien sabido que el desarrollo de la inteligencia artificial demanda amplios recursos energéticos, y eso es negocio para esas compañías. La llegada de DeepSeek también pone eso en entredicho.
En cambio, compañías que se ven afectadas y hasta amenazas por el prospecto de la IA hoy aumentaron su valor en respuesta a este terremoto.