La tecnología no siempre es bien recibida por el público, y esto es algo que aplica en especial a la idea de taxis autónomos, una propuesta que lleva años impulsándose y que está en fase de prueba en varias ciudades del mundo.
Hay puntos específicos dentro de los Estados Unidos donde estos taxis autónomos, mejor conocidos como robotaxis, ya son una realidad, y aquí podemos mencionar a La Vegas y San Francisco.
A lo largo de su existencia, los vehículos autónomos, ya sea en fase de prueba o en condiciones del mundo real, han causado algunos accidentes, algunos con saldo mortal.
Estos incidentes, por supuesto, aumentan el recelo de la gente ante una tecnología que, aunque interesante, causa de por sí algún miedo o resistencia, y es así como se han dado casos de ataques físicos contra estos robotaxis.
BREAKING: An autonomous Waymo vehicle is intentionally set on fire in Chinatown, according to SF Fire. Firefighters said they got reports around 10 people were involved.
— Gia Vang (@Gia_Vang) February 11, 2024
Waymo said “a crowd surrounded and vandalized the vehicle, breaking the window and throwing a firework … pic.twitter.com/6QN2jTppRu
De manera específica, se han escenficado ataques -con evidencia disponible- en San Francisco California, una ciudad que actualmente es sinónimo de anarquía y libertinaje extremo.
En febrero de este año, por ejemplo, un grupo de personas en el Chinatown de San Francisco, destruyó una unidad de la startup Waymo al romperle los cristales e incendiarlo al detonar fuegos artificiales en su interior.
Waymo, justamente, ha sido una víctima recurrente de estos ataques. En estos días, sin embargo, ha decidido contraatacar y ha interpuesto dos demandas contra dos personas a las que acusa de hacer daños a sus unidades.
Una de ellas es conductor de un Tesla y otra es una mujer a la que se acusa de cortar los neumáticos a 19 unidades Waymo, algunas de ellas con pasajeros dentro.
Waymo, que es parte del conglomerado Google, justifica las demandas al indicar que esos ataques afectan directamente su reputación al dar la idea de que no ofrecen protección o seguridad a los pasajeros.