Dentro de una semana -el próximo 7 de septiembre-, se supone que bitcoin entrará en vigencia como moneda de curso legal en El Salvador, pero lejos de entusiasmo, la población siente temor y escepticismo.
Para la mayoría de los analistas financieros y económicos, la apuesta de Bukele con bitcoin es casi una misión suicida sustentada en promesas bonitas que poco a poco se van desmoronando.
Muestra de esto son los rumores en torno a Chivo, la billetera digital que acompañará a los salvadoreños en esta nueva aventura y la cual tendrá un balance incial del equivalente de 30 dólares en bitcoin para cada uno de ellos.
Se dice que Chivo -al parecer un término similar a chévere y afines por estos lados- está retrasada, y eso es una mala noticia para un evento tan caracareado y que está a la vuelta de la esquina.
Peor aún, hay dudas respecto a los planes de utilizar energía volcánica para suplir las necesidades energéticas asociadas a la minería de bitcoin, y eso pondría a ese país en serios aprietos.
¿Qué hay de la promesa de inversiones que harían extranjeros abanderados de las criptomonedas? El gobierno salvadoreño se ha comprometido a otorgar residencia a extranjeros inviertan tres bitcon (equivalente a alrededor de 120,000 dólares), pero tal parece que no es tan fácil.
El periódico británico The Guardian reporta el caso de ChainBytes, un fabricante de cajeros de bitcoin que inició operaciones en El Salvador el pasado 22 de junio, apenas unos días después del espectacular anuncio realizado en Bitcoin 2021 y la subsiguiente aprobación de la ley en ese país.
Mucha expectativa y mucha algarabía, pero la realidad le ha dado de frente a ChainBytes, y resulta que la movida a El Salvador no ha sido tan fluida porque el acceso a ciertos suministros se dificulta.
Quizás lo peor de bitcoin sea lo inestable y volátil que es esa criptomoneda, a lo cual se suma la poca formación financiera en El Salvador, donde se estima que el 70 por ciento de la población no está bancarizada.
Una de las promesas de esta apuesta a bitcoin es que el costo de las transacciones asociadas a remesas serían más bajos. Un estudio de la universidad Johns Hopkins ha concluido que sería lo contrario.
Con el paso de los días, el escepticismo tan solo aumenta y se reporta que clientes de bancos en El Salvador están amenazando con retirar sus fondos para no exponerse a la volatilidad de bitcoin.
Una encuesta de Disruptiva, afiliada a la Universidad Francisco Gavidia, señala que 65 por ciento de los consultados no estaría en disposición de recibir pagos en bitcon, mientras que 46 por ciento dijo no conocer nada de esta criptomoneda. Nada menos que 54 por ciento dijo no considerar nada correcta esta decisión.
La encuesta Disruptiva fue realizada del 1 al 4 de julio y en ella participaron 1,233 personas.
El descontento asociado a la inminente vigencia de bitcoin abarca a cada sector imaginable. Transportistas salvadoreños de carga se oponen activamente a recibir pagos en bitcoin porque la comisión de conversión a dólares sería de 5 por ciento.
Por otro lado, el presidente de la Asociación Salvadoreña de Industriales indicaba días atrás que todavía no se conoce el reglamento de la ley ni ha habido la capacitación estipulada en la misma.
El art. 12 de esa ley reza: “EL ESTADO PROMOVERÁ LA CAPACITACIÓN Y MECANISMOS NECESARIOS PARA QUE LA POBLACIÓN PUEDA ACCEDER A TRANSACCIONES CON BITCOIN”
Supone capacitar reglamento en mano (no hay):quien, donde, cuando, como?
Imaginan la confusión q causará en la ciudadanía?— Eduardo Cader R. (@ciegokdr) August 6, 2021
¿Qué pasará ahora? El escenario no luce del todo halagüeño de cara a bitcoin, y desde ya El Salvador ha salido perdiendo. Moody’s bajó la calificación con el alegato de ” gobernanza debilitada”, según evidencia esta movida, y está todavía en veremos un financiamiento que se negocia con el Fondo Monetario Internacional.
Economistas locales observan que la Ley Bitcoin se aprobó apresuradamente, sin estudiarse a fondo o hacerse las consultas de lugar. Ahora se señala que ese país podría convertirse en paraíso de lavado de activos. Por si fuera poco, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) ha dicho que las criptomonedas no pueden describirse como medio de pago.
Llevarse de impulsos nunca es bueno. Lo que funcionó en una localidad de El Salvador, a escala pequeña, no necesariamente funcione a gran escala. Solo el tiempo dirá si la movida hacia bitcoin fue buena o mala. De momento, el panorama no pinta muy halagüeño.