Si eres fanático de Pokémon y las curiosas criaturas que conforman ese universo, entonces es probable que ya hayas descargado Pokémon GO, la versión móvil y de realidad aumentada de un clásico que debutó hace más de 20 años.
El juego, desarrollado por The Pokémon Company y Niantic Labs, hizo su aparición la semana pasada. En apenas horas ya se había convertido en todo un fenómeno, propiciando descargas ilegales que eventualmente saturaron los servidores de la empresa y memes que dejan entrever no todos participan en lo que bien pudiera describirse como una locura colectiva.
Aparte de que se trata de una franquicia muy conocida gracias a su popularidad en los 90s, hay una realidad irrefutable: todo tiende hacia lo móvil. Bajo las actuales circunstancias, si una cosa no está habilitada para móviles es probable que su éxito sea limitado. Nintendo, que tiene acciones en todo este asunto de Pokémon, hace unos meses incursionó en este ámbito con un juego de corte social llamado Miitomo.
Si bien Miitomo tuvo un desempeño inicial sobresaliente, el entusiasmo duró poco, probablemente porque el juego es repetitivo y hace demasiado énfasis en el tema social, un recurso del que quizás se ha abusado en los últimos tiempos. ¿Pasará lo mismo con Pokémon GO? Todo dependerá de como evolucionen los niveles. La novedad que ofrece este juego yace en en el hecho de que se pueden atrapar los Pokémon en ubicaciones reales, una dinámica bastante parecida a la de Ingress y que se hace posible gracias al uso de GPS y realidad aumentada.
Aparte de atrapar Pokémon con las pokébolas y obtener recursos en las poképaradas los jugadores tienen la oportunidad de unirse a grupos y enfrentar los Pokémon de otros equipos en gimnasios, que usualmente están bajo el control de uno de los equipos (rojo, azul y amarillo). Para ganar el control de un gimnasio que ya está bajo poder de otro equipo basta con ganar la batalla y afirmar dominio colocando un pokémon. Si se logra defender el gimnasio de ataques de otros equipos entonces esto lo que hace es aumentar su prestigio.
En menos de una semana de existencia en Estados Unidos, Australia y Nueva Zelanda -los mercados donde inicialmente está disponible Pokémon GO de manera oficial- la aplicación ha superado la cantidad de usuarios de Tinder en Estados Unidos y va camino a superar Twitter. En Estados Unidos se reporta que en apenas dos día ya estaba instalado en 5% de dispositivos Android. Hasta Nintendo ha sentido el impacto, con una tendencia al alza en sus acciones que ha aumentado su valor de mercado en 7.5 mil millones de dólares.
La gran pregunta que analistas de mercado se hacen es si durará este entusiasmo. El hecho de que el juego es gratuito ayuda a que sea tan popular en estos momentos, pero a la vez limita la posibilidad de generar ganancias reales, que vendrían por el lado de publicidad, compras dentro de la aplicación (como algunos extras, un modelo común en juegos) y, quizás, material promocional.
De momento lo que Pokémon GO demuestra, aparte del poder del móvil, es que los juegos clásicos llaman la atención y suelen tener más salida que creaciones nuevas diseñadas para acomodar mercados o tendencias, como fue el caso de Miitomo.
Con todo y que se han reportado problemas con el radar, y que la batería de los móviles sufre (obvio), es posible que este juego tenga un impacto sobre títulos establecidos como Ingress, sobre todo entre jugadores que ya han alcanzado el máximo nivel (16). En lo que se define el panorama, la pregunta obligada es: ¿cuántos Pokémon has atrapado?
