De ilusiones y engaños está lleno el mundo, siendo esta la razón por la que se recomienda a lectores -sobre todo aquellos que se la pasan navegando en la red- no creer en todo lo que aparece publicado.
Resulta que no solo el papel, sea este físico o digital, lo aguanta todo: lo mismo aplica a elementos que hasta hace muy poco tiempo se consideraban pruebas infalibles en caso de acusaciones y demostraciones de inocencia, como es el caso de audio y video.
La manipulación, rampante en el mundo de la fotografía, ha llegado hasta estos recursos por vía de avances tecnológicos a nivel de reconocimiento facial, recursos ópticos y, por supuesto, inteligencia artificial.
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Hace unas semanas una startup canadiense presentó un algoritmo que hace un trabajo muy convincente de imitar cualquier voz en tiempo real a partir de tan solo un minuto de audio “original”.
El objetivo con Lyrebird, que es como se llama este invento, es precisamente resaltar lo fácil que es manipular cualquier noticia con ayuda de estos recursos. Por si no fuera suficiente, resulta que este algoritmo tiene la contraparte perfecta en la tecnología Face2Face que desde hace algún tiempo perfeccionan la Universidad de Erlangen-Nuremberg, el Instituto de Informática Max Planck y la Universidad de Stanford.
Por si no lo han adivinado, Face2Face lo que hace es transferir las expresiones faciales de una cara que sirve de modelo a otra que sirve de receptor final y que ni siquiera tiene que estar presente, ya que en las últimas demostraciones se trata de un video sacado de YouTube. Es un proceso que aunque aparenta simple implica una renderización inicial que neutraliza al actor “meta” para luego transferir las expresiones captadas vía webcam mediante un proceso de adaptación que culmina con otra renderización.
Un escenario donde Lyrebird y Face2Face se usen conjuntamente podría ser explosivo y finalmente dar al traste con unas redes sociales que van camino a la autodestrucción por el nivel de desinformación, difamación y falsedad que allí impera.
Claro está, es posible que Face2Face nunca está disponible al público consumidor, pero como nunca se sabe, lo mejor que hacemos es tomar con pinzas cualquier información suministrada, sobre todo si implica alguna acusación o denuncia.